Si el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los otros lados, ¿por qué es un ratón cuando gira?
Con esta frase, que marca bastante bien su carácter, hacía entrada Tom Baker como encarnación del Doctor. De personalidad a veces impredecible, por momentos tan distante que acentuaba su naturaleza alienígena, su interpretación contiene momentos de burlesca chispa fantasiosa y humor -cuanto menos- excéntrico, impregnados por una característica sonrisa maníaca. El cuarto Doctor continuaba teniendo un fuerte código moral, muestra una profunda candidez al considerar a los companions como sus mejores amigos y se esfuerza en cierta forma en complacerlos, e incluso en preocuparse por ellos, pero tiene un componente sombrío que lo diferenciaba de sus encarnaciones anteriores.
El Doctor ha tenido diferentes companions a lo largo su etapa; durante unos seriales fue acompañada Leela, una primitiva de gran inteligencia pero nada sofisticada, que a modo de alumna iba aprendiendo del Doctor y parecía no tener problemas para comprender conceptos avanzados. La idea del Doctor era poder “civilizarla”, sin embargo Leela poseía una gran fuerza de voluntad, lo que le permitía seguir con su comportamiento salvaje. Otra característica que destacaba en ella era el escaso vestuario de cuero que vestía, gracias al que los “papás” vieron la serie en compañía de sus hijos pegados a la pantalla.
Otra de su acompañantes en la TARDIS fue Romana, abreviatura de Romanadvoratrelundar, es la segunda de los dos únicos miembros de la raza del Doctor que viajan con él en la serie original. La otra fue su nieta Susan Foreman. Durante su aparición tuvo su propia regeneración, con cierta controversia entre fans. Comienza siendo altiva y algo arrogante, mirando por encima del hombro al Doctor al que no considera su igual, pero su personaje va evolucionando hasta convertirse en la recurrente damisela en apuros. Con su segunda regeneración ella adquiere una relación mucho más íntima con el Doctor que su predecesora, hasta el punto que algunos fans asumieron una relación romántica entre ambos, algo que nunca se vio en pantalla. Su relación es tan próxima que ella adquiere mucho de los tics del Doctor e incluso empuña su propio destornillador sónico. Al final se marcha junto al perro robótico K-9 para seguir su propio camino en el universo paralelo del E-Espacio.
Si habéis leído bien, perro robótico. K-9 fue adquirido por el Doctor durante uno de su viajes y tuvo incluso varias encarnaciones. En los seriales donde aparecía demostró cierta utilidad, ya que portaba una poderosa arma laser en su nariz y disponía de un vasto conocimiento enciclopédico al igual que una enorme inteligencia informática. Este perro robótico llegó incluso a tener su propia serie, un spin-off llamada K-9 and Company (1981). Pero su andadura fue corta, tan sólo se emitió un episodio piloto donde el perro robótico aparece junto a otra antigua acompañante del Doctor, Sarah Jane Smith.
Qué decir de Sarah Jane Smith. La companion más famosa y conocida de toda la serie clásica ya había ejercido este papel con el Tercer Doctor, pero es a raíz de los seriales de esta etapa cuando se vuelve otro de los iconos de la serie. Presentada inicialmente como una periodista de investigación, encendida feminista, logró infiltrarse en UNIT fingiendo que era su tía, Lavinia Smith, una famosa viróloga, acabando en el interior de la TARDIS. A partir de este momento empezará a colaborar con la organización secreta acompañando al Doctor en su viajes. Tiempo después, cuando el Doctor recibe una llamada para que regrese a su planeta natal, Gallifrey, toma la decisión de dejarla de nuevo en su casa. ¿El motivo? La renuncia de la actriz, Elisabeth Sladen al considerar que su personaje cada vez se estaba volviendo más insulso y plano. La relación con Sarah Jane Smith fue de autentica amistad, con implicaciones más profundas que las relaciones que había tenido con otras acompañantes hasta aquel momento. Incluso lo afirma el Décimo Doctor en el episodio School Reunion, en el que pese a haber pasado tantos años se muestra a Sarah todavía afectada emocionalmente por la separación
Y por último, en este repaso de los que han compartido vivencia con el cuarto Doctor, además de algunos otros que se quedan en el tintero, se encuentra uno de esos personajes recurrentes en la serie clásica: El Brigadier Sir Alistair Gordon Lethbridge-Stewart. De nombre rimbombante, fue uno de los fundadores de UNIT, una suerte de organización internacional dedicada a la defensa de la Tierra de posibles amenazas alienígenas. Interpretado durante más de 20 años por Nicholas Courtney, fue uno de los personajes secundarios más populares de la serie. Durante el episodio La boda de River Song, el Undécimo Doctor telefonea a la enfermería de Sir Alistair para que se prepare para un viaje, pero una enfermera le dice con pena que el Brigadier ha muerto en paz “hace unos meses”, recibiendo así su merecido homenaje. Durante el episodio El poder de tres e presenta a la hija del brigadier, Kate Stewart, que trabaja como asesora científica de UNIT. Kate ya había aparecido en un spin-off sin licencia de 1995 titulado Downtime, donde también aparecían el Brigadier y Sarah Jane Smith.
Durante la etapa correspondiente a las peripecias de este Doctor, la más prolífica, se pueden encontrar si cabe los mejores seriales de toda la historia de la serie. Cuando la ciencia ficción vivía una de sus mejores épocas, de la plumas de los guionistas surgieron episodios míticos. Recurriendo a una fuerte temática de terror gótico, creando intensas historia muy enmarcadas en la producciones de la Hammer, mientras la serie continuó haciendo uso de el sentido del humor e introduciendo nuevos conceptos propios de la ciencia ficción. Aunque con el paso de los seriales la calidad de los guiones fue decayendo, se recurre a un extraño humor sombrío por parte del Doctor y elementos surrealistas, incluso oníricos, así como saltos temporales. El final de la etapa se caracteriza por llegar a ser muy sombría, casi siniestra. La decadencia y muerte son elementos casi constantes en las historias, con la inclusión de un heraldo de la muerte del cuarto Doctor. Durante el periodo del Cuarto Doctor las historia no suelen recurrir a los conocidos enemigos recurrentes de las etapas anteriores. Los Daleks nada más aparecieron dos veces y los Cybermen sólo tuvieron un serial. Pero por su parte se incluyeron nuevas líneas argumentales, estableciendo gran parte de la mitología en torno a la relación de los Señores del Tiempo y el planeta Gallifrey, convirtiéndose en elementos esenciales durante el resto de la serie clásica, proyectando su influencia aún en la serie actual.
El cuarto Doctor traspasó las barreras de la serie hasta formar parte la cultura popular. Es sin lugar a dudas la encarnación más conocida y la más longeva en pantalla de toda la historia, con un total de 181 episodios, logrando ser el primero en ser emitido en los EEUU. Su excéntrica forma de hablar, el uso de una infinita cantidad de trastos aparentemente inútiles que aparecían de sus bolsillos o su particular forma de vestir, en concreto esa absurdamente larga bufanda multicolor, le convirtieron en un icono rápidamente reconocible en cualquier medio, recordado en otras series como Los Simpsons, Robot Chicken, Futurama o American Dad.