Mes: agosto 2014

Vademécum de Her Doktor: El trono de fuego (1983)

Vademécum de Her Doktor: El trono de fuego (1983)

Su director Franco Prosperi,  reaprovecha las escenas iniciales del ataque al poblado de otro explotation como ‘Gunan el guerrero’ y las incluye aquí al inicio como parte del propio argumento. Estas mismas imágenes serán nuevamente reutilizadas en ‘La espada salvaje de Krotar’ (1982) en cuya película también incluyeron esas mismas escenas iniciales.

Il trono di fuoco

Nacionalidad: Italia

Director: Franco Prosperi

Italia se ve que le dió fuerte a la morralla medieval fantástica. He recordado que incluso en Cuéntame, serie la cual me veo obligado a visionar por decreto imperial, Nieves Alcántara intervino en una de esta pelis de espada y brujería espagueti, por lo que supongo que se rodarían como churrros.

Éste es un ejemplo de cómo una historia medianamente aceptable está mal relatada, realizada con muy poco gusto y acaba siendo un pestiño. El protagonista es un fiero guerrero, que según una antigua profecía, ocupará un trono al que llegará con sus sandalias y dando espadazos a diestro y siniestro, enfrentándose al malo maloso que tiene poderes conjuradores, quema poblados, secuestra princesas, y usa el arco. Hasta aquí, bien podríamos estar hablando de “Conan el bárbaro”, pero no, hablamos de “El trono de fuego”, donde el protagonista se enfrenta también a una serpiente constrictora. Bueno, pues este “spaghetti-barbari”, homenajea a la película de John Milius, bueno, se inspira en ella… qué leche, calca planos a diestro y siniestro de una manera insultante. Entonces, ¿qué es lo que tiene la historia de aceptable? pues que introduce al mismísimo innombrable (no a Sauron, ni The Shadow, el otro), que la fémina arrebata el protagonismo totalmente al bárbari y que la profecía se va desvelando por partes a medida que pasa el tiempo. Todo lo demás, sin excepción, es bazofia. Bueno, todo todo no. Hay una conversación tipo Monty Python en el minuto 9, entre el bárbari y su madre que para mí pasa a la historia de diálogos antológicos de la sección “Espada y Brujería”. Por un momento pensé que si eso era una pista del estilo del resto de la película, ésta podría convertirse en un clásico ochentoso. Pero no, todo se queda en esta conversación, y el desarrollo continúa de forma aburrida, estridente, cansina y sin sorpresas. La música tiene un tema principal que no está mal del todo, pero que no varía y acaba siendo chirriante. Los combates son medio regulares, dentro de lo esperable de tan bajo presupuesto, y se ven armas variadillas, como un mayal, algún hacha de batalla y el villano tiene una espada tan cutre como curiosa. Los escenarios y el resto del guión son malísimos, escaso de guiños frikies. El amor a primera vista tiene aún menos credibilidad que el de “Grabbers” y el personaje de la princesa es totalmente incomprensible… bueno… todos los personajes son incomprensibles. Y toda la chicha que Sabrina Siani enseñó en “Gunan el guerrero”, olvidadla, no la encontraréis aquí.

Her Doktor

Doctor Who: En 10 Episodios

Doctor Who en 10 episodios

En el especial por el 50 Aniversario de Doctor Who de la Revista Magnolia nos lleva a detenernos en algunos de los episodios más importantes de la serie de Russell T. Davies y Steven Moffatdividida en dos etapas claramente diferenciadas. Con una factura cada vez más cinematográfica y guionistas de excepción como Richard CurtisMark Gatiss o Neil Gaiman, sería todo un error obviar que en la libertad de géneros fantásticos que dan forma a Doctor Who se encuentran algunas de las historias mejor elaboradas de la ciencia ficción actual, y como tal merecen ser descubiertas.

El Trabajo del Diablo

El díptico formado por los capítulos The Impossible Planet/The Satan Pit toma un planteamiento inicial que recuerda a la película El abismo negro (The Black Hole, Gary Nelson, 1979). Episodios como este muestran un aspecto que se tiende a olvidar al hablar de la serie Doctor Who, el terror. Y en concreto, nos presenta algo tan antiguo que ni la TARDIS es capaz de traducir. No hay nada más terrorífico que los Daleks, pero aquí muestran ese terror primigenio de todas las civilizaciones, el trabajo del Diablo. El Décimo Doctor, que ha viajado de un confín a otro del tiempo, donde lo ha visto todo, se enfrenta con algo tan extraño a su mitología como es el Diablo, una suerte de némesis de todo. Convirtiéndose en la metáfora sobre la presencia de algo superior.

El Doctor vuelve a anhelar la naturaleza humana, que pese al terror desconocido que acecha, es la curiosidad y la necesidad de conocimiento lo que les permite adentrarse en el abismo. Pese a sus intentos por hacerlos desistir, al final desencadena los principios básicos de la humanidad, sus temores, inseguridades, pasiones, sacrificios. Dejando claro que la bestia está sola, nosotros no. Es el máximo exponente de este capítulo, el anhelo y admiración por una humanidad que el Doctor nunca ha poseído.

El Doctor lo interpreta como un acto de fe, y de ahí la pregunta al humano que le acompaña, sobre si profesa alguna fe. Al dejarse caer al abismo, quizás lo que quiere es formar parte de la humanidad que tanto admira. Finalmente, cuando el Doctor se adentra en su propio abismo, se encuentra con algo anterior al tiempo y comienza a plantearse que no encaja en sus reglas. Al fin y al cabo, es esto lo que le obliga a estar de viaje continuo. Cuando se enfrenta a la bestia acepta su existencia física, pero sigue sin reconocer el concepto que la propia bestia asegura ser.

Tras el sacrifico supremo, el Doctor de Tennant vuelve a ser el individuo racional que desprecia la superstición y la superchería. El que conoce y ha visto a todos los que se han llamado dioses. Al final vuelve a encomendarse a la naturaleza humana y comprende que él no forma parte de ella.

@WormHolePro

Via Revista Magnolia.