Ciencia Ficción

Doctor Who: ¿Qué fue del Octavo Doctor? (del especial Revista Magnolia)

Doctor Who Qué fue del octavo Doctor

Llegó un momento en la historia de la serie Doctor Who que el público comenzó a desencantarse con ella. Las nuevas tramas no gustaron y los espectadores consideraban que se había vuelto muy oscura para tratarse de una serie juvenil. Con protestas de padres incluidas, Doctor Who fue cancelada en 1989. Por una parte, el causante de la cancelación fueron la falta de carisma de los actores en la última época, pero también se vio afectada por la ausencia de ideas en el género de ciencia ficción que los propios años ochenta trajeron consigo en todos los ámbitos.

Como era inevitable, en 1996 se intentó resucitar enfocándola a un mercado más internacional, lo que implicaba mayoritariamente las antiguas colonias de su graciosa majestad. Así que los productores al pensar en relanzar la serie lo hicieron a la americana, con un episodio piloto creado entre la BBC, Universal y Fox que fue estrenado en televisión el 27 de mayo de 1996, la misma semana que fallecía Jon Pertwee, tercera encarnación del Doctor. La recepción fue más tibia de lo esperado, sólo consiguió un 5,5% de audiencia entre los estadounidenses, aunque su estreno en Gran Bretaña se cifró en más de 9 millones y tuvo críticas muy positivas.

Para este relanzamiento se contó con Sylvester McCoy, que volvía a retomar el papel de séptimo Doctor en su despedida, ocupando la introducción y sirviendo de presentación a quien debería ser su sustituto: Paul McGann, la octava encarnación. En el reparto también aparecía un descontrolado Eric Roberts, que terminaría encarnando a The Master (el Amo, en las versiones españolas). La historia estaba firmada por Matthew Jacobs, guionista de Las aventuras del joven Indiana Jones, mientras que el director fue el realizador televisivo Geoffrey Sax, cuyo correcto trabajo no solventa los problemas del guion en su intento por narrar una historia oscura y retorcida.

La película, como es conocido este episodio dentro de la cronología, se desarrolla en los Estados Unidos, concretamente en San Francisco, y está ambientada en 1999. Contiene todos los elementos de cualquier film de su época, así podemos encontrarnos pandillas juveniles callejeras conformadas por asiáticos y dosis de inocente violencia noventera, incluido un absurdo tiroteo en el que el Doctor es una de esas llamadas víctimas colaterales. Por consecuencia, el Doctor es trasladado a un hospital donde muere en quirófano mientras la doctora Grace Holloway le atiende.

Una vez alcanzada su octava regeneración, el Doctor se ve envuelto en una confrontación con The Master, cuyos restos transportaba a Gallifrey tras su ejecución en el planeta Skaro. Pero el Doctor no es consciente que parte de la esencia había sobrevivido y consigue huir hasta apoderarse del cuerpo de un conductor de ambulancia llamado Bruce. A sabiendas de que el cuerpo humano no puede contener su esencia mucho tiempo, The Master intenta usar el Ojo de la Armonía en la TARDIS para robarle al Doctor el resto de sus encarnaciones, estando a punto de destruir el planeta Tierra en el proceso. Sin embargo, con la ayuda de la doctora Grace Holloway, el Doctor logra detener los planes de The Master, que termina siendo absorbido por el Ojo, aparentemente muriendo de una vez y para siempre, ya que volvería a aparecer en la serie actual, al final del tiempo, en el episodio de la tercera temporada Utopía.

McGann realiza una buena aproximación al personaje, caracteriza a un Doctor entre estrafalario y romántico, con un punto de Lord Byron, sufriendo una amnesia que casi le cuesta la regeneración, y que será parte de la identidad del personaje en posteriores tramas. A diferencia de muchos de sus predecesores y sucesores, esta encarnación se comporta de manera más humana. Esto se ve más claramente en el deseo que muestra hacia Grace Holloway, aunque de una manera inocente, casi infantil.

Estas escenas conllevaron cierta controversia, por el hecho de romper el antiguo tabú sobre relaciones románticas con sus acompañantes, al besar por primera vez a una companion. Igualmente, se desató otra polémica al afirmar en una línea de diálogo que era mitad humano, por parte de su madre. En posteriores aventuras se justificó este hecho, al afirmar que la octava encarnación había engañado a The Master para hacerle creer que era mitad humano.

Para su caracterización de la octava encarnación, el Doctor vestía ropa de la época victoriana, con pelo largo y ondulado. Llevaba una chaqueta larga de terciopelo verde, un chaleco con un reloj de bolsillo, un pañuelo. Cuenta Paul McGann que en su interpretación del Doctor tuvo que llevar una peluca que le parecía desagradable. El propio actor sugirió que el personaje llevara el pelo corto y una chaqueta de cuero, pero los productores lo rechazaron; a pesar de esto, curiosamente sus ideas se incorporaron años después al vestuario del Noveno Doctor.

El intento fallido de regenerar al personaje y su mitología en televisión supuso el fin de la presencia de Doctor Who en las pantallas hasta 2005. Fue con Russell T. Davies como jefe de máquinas, ya sin McGann, cuando la serie regresó en todo su esplendor. Pese a ello, el Octavo Doctor es el más prolífico en cómics, novelas y programas de radio, creando en torno a su personaje una suerte de madejas de historias que en ocasiones se llegan a contradecir, resultando complicado establecer un arco conciso de su historia. A pesar de no llegar a cosechar la misma fama que el resto de encarnaciones, se la ha tenido en cuenta en la nueva serie, siendo mencionado en los episodios Human Nature –donde aparece en el Diario de cosas imposibles- The Next Doctor o The Eleventh Hour.

Las circunstancias exactas de la muerte del octavo Doctor son desconocidas. El décimo Doctor afirmó que había estado solo cuando murió, pero no literalmente. A posteriori, declaró que la muerte de su octava encarnación se debió a los acontecimientos de la última gran Guerra del Tiempo. Nunca hemos visto, por tanto, más aventuras televisivas de este octavo Doctor, ni tampoco la regeneración de Paul McGann en Christopher Eccleston. Eso sí, al menos tuvieron el detalle de no obviar el brevísimo pase por las pantallas del octavo Doctor, aunque siempre nos quedaremos con las ganas de ser testigos del épico enfrentamiento final entre los Daleks y los Señores del Tiempo.

NOTAEl artículo se actualizó tras la emisión de The Night of the Doctor que en un giro imprevisto de los acontecimientos nos trajo de vuelta al Octavo Doctor.

Steven Moffat encuentra al perdido Doctor para devolverlo a la pantalla en la precuela de The Day of the Doctor. En este breve corto el Doctor, por avatares del destino, volverá al planeta Karn y a encontrarse con la Hermandad de Karn, que aparecieron en The Brain of Morbius en los tiempos del Cuarto Doctor. Esta secta era la protectora de la Llama Sagrada que producía el Elixir de la Vida y que los Señores del Tiempo usaban en los casos en los que tenían dificultades con sus regeneraciones. Este episodio convierte en canon los audio del Octavo Doctor al nombrar a sus companions durante esas aventuras y al fin veremos la escena de regeneración que tanto se le debía… en un nuevo Doctor de la Guerra.

@WormHolePro

Via Revista Magnolia.

Doctor Who la serie clásica: Del Primer al Séptimo Doctor. Primer Doctor (del especial Revista Magnolia)

Doctor Who La serie clásica: Del Primer al Séptimo Doctor

Si se comienza a ver la serie clásica una vez conocido el personaje de los nuevas temporadas, quizá lo que más llame la atención sea las extrañas circunstancias en las que se encuentra el Primer Doctor. Por un lado, obviando su aspecto físico de avanzada edad, sorprende la presencia de su nieta, Susan Foreman -apellido tomado del almacén donde aterriza la TARDIS-, a la que acompañarían dos de sus profesores, Ian Chesterton y Barbara Wright, que casi en contra de su voluntad se ven obligados a emprender aventuras con el Doctor. Por otro lado, la propia presencia del Doctor incluso crea más problemas de los que soluciona, incluso a veces tiene una presencia casi secundaria, envuelta en un halo de misterio y desconocimiento sobre su naturaleza.

El Primer Doctor fue interpretado por William Hartnell, veterano del teatro londinense, caracterizado al personaje desde 1963 a 1966. En su última etapa en la serie, se vio achacado por un empeoramiento de su enfermedad, y sus compañeros de reparto se quejaban que olvidaba líneas de dialogo. La enfermedad y la mala relación con el equipo de producción le obligaron a abandonar la serie, no sin antes sugerir, algo que se convirtió símbolo de la serie, que el personaje se regenerara en otro actor.

Durante las primeras temporadas apenas se adentra en su pasado e historia, no siendo hasta los últimos seriales de su etapa cuando empieza a saberse más de sus orígenes. Al principio sabemos que está huyendo con su nieta y que ha “tomado prestada” una TARDIS, al parecer defectuosa, pues su sistema de camuflaje falla adquiriendo la forma de la sempiterna cabina azul. El Doctor insistía que podrían volver algún día a Gallifrey, se refiere a sí mismo como un exiliado “sin amigos ni protección” y considera a los seres humanos primitivos. Buena parte de la historia primigenia del Doctor se puede ir conociendo a partir de los comentarios del propio Doctor y sobre todo de su nieta.

En el mítico serial donde aparecen los Daleks por primera vez, el Doctor sabotea la TARDIS para tener una excusa con la que explorar la ciudad Dalek del planeta Skaro. Incluso llegó a ofrecer a los Daleks los secretos de la TARDIS para mantener a salvo a su nieta Susan. En otro serial, al fallar nuevamente la TARDIS, acusa a Barbara e Ian como saboteadores, insistiendo en que estaban intentando chantajearlo para que les llevara de vuelta a casa. Tal como se puede apreciar, su personalidad inicial mostraba a un Doctor arisco, gruñón, aunque compartía un lazo emocional muy profundo con su nieta Susan, era despiadado y estaba dispuesto a mentir para conseguir sus objetivos. Pero poco a poco su personalidad se fue dulcificando y evolucionando hacia una figura más paternal y familiar, como si se tratara de un abuelo.

La idea inicial de la serie, era que fuera un programa educativo, así que los seriales estaban divididos en dos temáticas que se alternaban; una histórica, viajando en el tiempo a momentos del pasado de la tierra con la pretensión de enseñar historia; y otro de carácter más futurista, con viajes a otros mundos con la idea de enseñar ciencia. Sin embargo, para el final de la segunda temporada se dieron cuenta que las historias de corte futurista eran mucho más populares y el equipo de producción empezó a dejar un poco de lado aquellas de contenido histórico. El debut de los Daleks durante el segundo serial produjo una metamorfosis en el programa, lo que en un principio era una serie para el público infantil se convirtió en un fenómeno nacional. Unos guiones inteligentes y muy ocurrentes tenían la culpa, cargados con nuevos conceptos y desarrollados de tal manera que compensaban los efectos especiales de bajo presupuesto y su teatralidad en la pueta en escena.

Debido a la reutilización del cromo de las antiguas cintas de celuloide por parte de la BBC, el archivo audiovisual en las filmotecas y videotecas de la BBC se destruyó y reutilizó para grabar otros programas. Muchos de los seriales de las temporadas en blanco y negro de los dos primeros doctores se perdieron. Tras su regeneración, el Primer Doctor volvió a la pantalla para el décimo aniversario del programa en 1973. En esta ocasión William Hartnell apareció brevemente debido a su estado de salud, no pudiendo participar en el rodaje regular, siendo rodadas sus escenas por separado en los Estudios Ealing. Una década después, el actor Richard Hurndall interpretaría al Primer Doctor en el especial del 20 aniversario, ya habiendo fallecido Hartnell.

Via Revista Magnolia.

@WormHolePro

Al Borde del Spoiler: Il tunnel sotto il mondo (1969)

Al Borde del Spoiler: Il tunnel sotto il mondo (1969). Luigi Cozzi.

Luigi Cozzi dirigía en 1969 esta película de ciencia ficción, basada en el relato “El túnel debajo el mundo” (The Tunnel Under the World) de Frederik Pohl, con guion de Alfredo Castelli y Tito Monego.

Al Borde del Spoiler: Il tunnel sotto il mondo (1969)
Al Borde del Spoiler: Il tunnel sotto il mondo (1969)
Al Borde del Spoiler: Il tunnel sotto il mondo (1969)
Il tunnel sotto il mondo (1969) Luigi Cozzi

La historia cuenta como un hombre despierta todas las mañanas tras sufrir la misma pesadilla. En ella, alguien le dispara con un rifle desde la elevada torre de un reloj. Un día, mientras pasea por una zona apartada, un par de de individuos intenta atacarle cuando, por sorpresa, un extraño personaje abre fuego contra los asaltadores.

Interpretada por Alberto Moro, Anna Mantovani, Bruno Salviero, Gretel Fehr, Isabel Karalson, Lello Maraniello. Y dirigida por Luigi Cozzi que es identificado como uno más de los muchos artesanos italianos que consagraron buena parte de su carrera a expoliar, con más cara que vergüenza, aquellos títulos que gozaban de una mayor popularidad en cada época. Suyos son títulos como “Starcrash, choque de galaxias” o “El desafío de Hercules”.

Está película es su debut en el cine como director, lleva a la pantalla “El túnel debajo del mundo” (The Tunnel Under the World), relato corto de Frederik Pohl en el que, bajo las formas de una fábula futurista, el escritor norteamericano daba su particular visión del mundo de la publicidad, industria que, al igual que Cozzi, conocía de primera mano tras haber trabajado en ella algunos años. Se trata de un buen relato, en el que la trama confunde al lector. Hay varias pistas que pueden conducir a la explicación de lo que ocurre, y algunos pasajes parecen haber inspirado obras posteriores como Dark City (1998) Alex Proyas. Pese a ello, el final consigue resultar sorprendente e imaginativo.

La historia comienza un 15 de junio de un año indeterminado. Guy Burckhardt se despierta de una pesadilla y comienza su jornada habitual camino de la industria química en la que trabaja. El día transcurre con la sensación de que todo es extraño, diferente, sin que se puede concretar por qué.

El día siguiente amanece… siendo 15 de junio. Guy Burckhardt se despierta de una pesadilla y comienza su jornada habitual sin recuerdos del día anterior. Poco después de despertarse, en el exterior comienzan a oirse sirenas y, al asomarse a la ventana, él y su mujer ven furgonetas que anuncian por megafonía un determinado tipo de congelador. Ese día termina cuando Guy se queda dormido en el sótano, al que había bajado a buscar algo y en el que le ha vencido una extraña somnolencia.

El día siguiente Guy se despierta en el sótano. Para él es 16 de junio, pero para su mujer es 15. Sale a la calle y observa que es 15 para todos, menos para él. Ese día un extraño hombre, Swanson, contacta con él. Swanson también sabe que los días pasan sin que la gente guarde recuerdos de ello, aunque no sepa darle explicación.

Swanson asegura que existen guardianes y que uno de ellos los ha descubierto. De esta forma, Guy y Swanson se ven envueltos en una huida para tratar de adivinar qué es lo que está pasando.

30 años de Neuromante.

30 años de Neuromante.

30 años de Neuromante.

En 1984 se publicaba la novela Neuromante (Neuromancer) de William Gibson. Fue su primera novela y es una de las pocas en haber obtenido los tres premios más importantes en la literatura de ciencia ficción: el Premio Nébula, el Premio Hugo y el Premio Phillip K. Dick.

El título proviene de la composición de los términos “neuro” (mental) y “mante” (sujeto o actor de “mancia”, que significa adivinación y por extensión magia, por ejemplo nigromante, quiromante). Así tenemos “neuromante” como traducción directa de neuromancer, el título en inglés.

Posteriormente Gibson prosiguió la trama de Neuromante en las novelas Conde Cero y Mona Lisa Acelerada formando entre las tres la llamada Trilogía del Sprawl. El cuento de 1981 Johnny Mnemonic transcurre en el mismo universo que luego desarrolló en la trilogía.

Neuromante es la novela principal de la corriente denominada ciberpunk. término acuñado por Bruce Bethke en la historia corta “Cyberpunk” de 1983 y pronto utilizado también para definir el trabajo de otros autores como Rudy Rucker, Bruce Sterling o Gibson. 

El ciberpunk surge como un género literario que hace parte de una rama de la ciencia ficción llamada Hard Core Science Fiction donde se da una gran importancia a la interacción entre la alta tecnología y la biología dentro de la trama de las historias. La literatura ciberpunk en general trata sobre personajes marginados en sistemas culturales tecnológicamente avanzados, donde un “sistema” domina las vidas de la mayoría de la población, ya sea éste un gobierno opresor, una religión fundamentalista o un grupo de corporaciones paternalistas.

En “Neuromante” Gibson utilizó conceptos y localizaciones de dos relatos previos, Johnny Mnemonic (1981) y Burning Chrome (1982).

Neuromante cuenta la historia de Henry Dorsett Case, un antihéroe. Cowboy (una forma de llamar a los Hacker) y drogadicto, Case vivía de irrumpir en sistemas de seguridad, hasta que comete el error de robar a sus jefes y es descubierto. En venganza los jefes le dañan el sistema nervioso, inhabilitándolo para operar la interface entre la computadora y su cerebro para acceder a la red global de información llamada ciberespacio:

“Le dañaron el sistema nervioso con una micotoxina rusa de los tiempos de la guerra. Atado a una cama en un hotel de Memphis, el talento se le extinguió micrón a micrón y alucinó durante treinta horas. El daño fue mínimo, sutil, y totalmente efectivo. Para Case, que vivía para la inmaterial exultación del ciberespacio, fue la caída. En los bares que frecuentaba como vaquero estrella, la actitud distinguida implicaba un cierto y desafectado desdén por el cuerpo. El cuerpo era carne. Case cayó en la prisión de su propia carne.”

Neuromante, (p. 14).

Imposibilitado para trabajar, Case se ve inmerso en el bajo mundo de Chiba City, rodeado de pensamientos suicidas, drogas, deudas y crímenes, busca por cualquier medio el poder volver a trabajar en la matrix. La matrix o matriz consiste en una red global de información, que el autor describe de la siguiente manera:

“<La matriz tiene sus raíces en las primitivas galerías de juego>, dijo la voz, <en los primeros programas gráficos y de experimentación militar con conexiones craneales.>En el Sony, una guerra espacial bidimensional se desvaneció tras un bosque de helechos matemáticamente generados, demostrando las posibilidades espaciales de las espirales logarítmicas; una secuencia militar paso en fríos y azules destellos, animales de laboratorio conectados a sistemas de sondeo, cascos enviando señales a circuitos de control de incendios en tanques y aviones de combate.<El ciberespacio. Una alucinación consensual experimentada diariamente por billones de legítimos operadores, en todas las naciones, por niños a quienes se enseña altos conceptos matemáticos… Una representación gráfica de la información abstraída de los bancos de todos los ordenadores del sistema humano. Una complejidad inimaginable. Líneas de luz clasificadas en el no-espacio de la mente, conglomerados y constelaciones de información. Como las luces de la ciudad que se aleja…>”

Neuromante (p. 69)

Armitage es un ex militar misterioso, su cara, una conservadora amalgama de los principales rostros que habían aparecido en los medios de comunicación de la década anterior, una máscara (p. 63). Este ofrece a Case pagar sus deudas, reparar su sistema nervioso y ponerlo bajo la protección de Molly, una asesina profesional, para que trabaje para él e intervenga una base de información que está custodiada por sistemas de seguridad militar. Luego de aceptar el trato y ser curado, Case descubre que en su sangre aún hay capsulas de veneno y que ahora tiene un páncreas nuevo, que le imposibilita metabolizar la cocaína y las anfetaminas. Armitage le advierte que esas medidas son para que complete el trabajo a tiempo.

“Tienes quince saquitos de toxina sujetos a las paredes de varias arterias mayores, Case. Se están disolviendo. Muy despacio pero disolviéndose sin lugar a dudas. Cada uno contiene una micotoxina, ya estás familiarizado con el efecto de esa micotoxina. Es la misma que tus jefes anteriores te dieron en Memphis. Case parpadeó, mirando a la máscara sonriente.-Tienes tiempo para hacer lo que te pediré, Case, pero nada más. Haz el trabajo y podré inyectarte una enzima que soltará los saquitos sin abrirlos. Luego necesitaras un cambio de sangre. Si no, los sacos se disuelven y tú vuelves a lo que eras. Así que ya lo sabes Case, nos necesitas.”

Neuromante. (p. 62).

Case, luego de involucrarse en una relación sentimental con Molly, decide empezar a investigar a Armitage, esperando averiguar sus intenciones. A través de los diferentes trabajos que Case va realizando para Armitage, se da cuenta que Armitage va revelando una serie de actitudes que delatan que alguien más, o algo más, lo controla. Armitage no es del todo humano. Case y Molly descubren que Armitage alguna vez fue el coronel Willis Corto, quien había quedado gravemente herido durante una operación militar en Rusia y había desaparecido para resurgir dentro del mundo criminal con una identidad nueva. Al continuar su investigación descubren que Wintermute, una poderosa inteligencia artificial creada por la compañía Tessier-Ashpool es la que controla a Armitage.

“¿Pero dónde has estado, viejo? Preguntó en silencio a los ojos angustiados. Wintermute había construido algo llamado Armitage dentro de una fortaleza catatónica llamada Corto. Había convencido a Corto de que lo verdadero era Armitage, y Armitage había caminado, hablado, planificado, intercambiado información y capital, había representado a Wintermute en aquella habitación del Chiba Hilton… Y ahora Armitage había desparecido.”

Neuromante. (p. 234).

La compañía Tessier-Ashpool surge de la unión de los herederos de dos poderosas familias, Marie-France Tessier y John Harness Ashpool, quienes luego de su matrimonio obtienen un gran éxito financiero al desarrollar una estación espacial y patrocinar la colonización del espacio. Esta corporación es administrada únicamente por los miembros de esta familia, los cuales se turnan para dirigirla mientras los otros miembros permanecen inactivos en cámaras de conservación criogénica.

La Tessier-Ashpool creó dos inteligencias artificiales para que controlasen la matriz, Wintermute y Neuromante; éstas se encuentran separadas por miles de kilómetros, además de numerosas barreras de hielo (ICE – Intrusion Countermeasures Electronics, y por extensión: Concepto y personificación simbólica utilizada por los cowboys para referirse a las defensas propias de un programa o archivo de la matriz. La habilidad de un cowboy, en general, se cataloga según su capacidad para “romper el hielo” y obtener la información. Algunas veces, especialmente en lo referente a archivos gubernamentales o militares, el hielo incluso puede atacar directamente el cerebro del cowboy.)

Wintermute es una inteligencia artificial que, mientras parece ayudar a Case a encontrar las respuestas, es en realidad quien lo guía y controla. Wintermute engaña a Case para que éste, junto con su equipo, logre liberar al Neuromante de su prisión informática, ya que Wintermute no puede hacerlo solo.

La unión de estas dos inteligencias artificiales fue ideada por 3Jane, una hija clonada de Marie-France Tessier quien no estaba de acuerdo con la falsa inmortalidad de la criogenia. A diferencia del resto de su familia, su objetivo era el de prolongar el control de esta corporación sobre la humanidad por medio de un nuevo ser que no sufriría de la fragilidad de la carne y podría vivir eternamente a través del ciberespacio.

“Wintermute era el cerebro de la colmena, el que tomaba las decisiones, el que hacía cambios en el mundo exterior. El Neuromante era la personalidad. El Neuromante era la inmortalidad. Marie-France tenía que haber incluido algo en Wintermute, la compulsión que había impulsado a la criatura a liberarse, a unirse con el Neuromante.”

Neuromante (p. 315).

Case se da cuenta que ha sido controlado por la propia tecnología que usa, donde su razón de vida, el irrumpir en los sistemas de seguridad, sólo ha servido como un mecanismo para reforzar el sistema. Case y Molly finalmente fueron generosamente recompensados por el Neuromante y a Case le retiraron las cápsulas de veneno. En últimas, Molly lo abandona no mucho después. En la última conversación que tienen Case y Wintermute, se observa como Gibson destaca el papel cada vez mas autónomo de la tecnología.

“-Ya no soy Wintermute.- Y entonces que eres. –Bebió de la botella, sin sentir nada. –Soy la matriz, Case. Case soltó la risotada. -¿y con eso a donde llegas? – A ningún lado. A todas partes. Soy la suma de todo, el espectáculo completo. -¿Y en qué quedamos? ¿En que han cambiado las cosas? ¿Manejas el mundo ahora? ¿Eres Dios? –Las cosas no han cambiado. Las cosas son cosas. Hablo con los de mi especie. –Pero tú eres la totalidad. ¿Hablas contigo mismo? – Hay otros. Ya he encontrado uno. Una serie de transmisiones registradas a lo largo de ocho años, en los años sesenta del siglo veinte. Hasta que yo aparecí, eh, no había nadie que pudiera responder.” (p. 316)

Neuromancer. (p. 316).

Su influencia en la cultura popular ha pasado siempre en segundo plano. Ha influenciado a infinidad de obras de temática semejante pero nunca ha tenido esa repercusión mediática que han llegado a obtener otras obras que beben directamente de su esencia.

Neuromante y sus continuaciones tuvieron una poderosa influencia en la cultura popular, de forma tanto conceptual como visual, en numerosas obras de literatura, cine, historietas o juegos, entre las que podemos citar series de television como Max Headroom (1985-1987), cómics como Cyberpunk (Innovation, 1989), películas como la trilogía Matrix(1999-2003), juegos de rol como Shadowrun (FASA Corporation, 1989) o Cyberpunk 2020 (R. Talsorian Games, 1988) o videojuegos como Rise of the Dragon (1990) o Syndicate (1993). A su vez, el mundo en el que se desarrollan las historias guarda importantes puntos en común con la visión del futuro de obras como Escape from New York (1981), Blade Runner (1982), Akira (1982) o los cómics de ciencia ficción de la revista francesa Métal Hurlant.

Obituario: H.R. Giger 1940–2014

Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014
Obituario: H.R. Giger 1940–2014

H.R. Giger 1940–2014

Giger entró en el cine de la mano de Alejandro Jodorowsky, a quien se lo recomendó Salvador Dalí en Cadaqués en 1973, para el proyecto ‘Dune’ (1973-1977), en el que también estaba, junto a Jodorowsky y Moebius, el guionista y diseñador Ed O’Bannon, que fue quien incorporó a Giger al proyecto de Alien a principios de 1978.

Desde entonces, 1979, Giger fue conocido entre el gran público por diseñar y desarrollar, junto a Carlo Rambaldi, la criatura y algunos escenarios de la película ‘Alien, el octavo pasajero’, de Ridley Scott (1979, basándose en sus propias obras pictóricas anteriores, como “Necronom V”). Por este trabajo obtuvo en 1980 el Oscar al mejor diseño escénico.

En el ámbito cinematográfico también se encargó del diseño del lado oscuro de ‘Poltergeist II’ (Brian Gibson, 1986), aunque quedó bastante desilusionado del tratamiento que se dio en la película a sus diseños. Con posterioridad colaboró secundariamente, y tras prestarse voluntario, en los diseños de ‘Alien 3‘ (David Fincher, 1992), ya que James Cameron ya había rechazado su participación para los diseños de ‘Aliens, el regreso’ (1986). También participó en el diseño gráfico de otras películas, como ‘Species‘ (Roger Donaldson, 1995), siendo estos trabajos usados en las portadas de muchos libros y discos. Giger ha diseñado asimismo videojuegos como ‘Dark Seed‘ (1992) y ‘Dark Seed II‘ (1995), aventuras gráficas de ambientación lovecraftiana.

Su trabajo más reciente en el ámbito cinematográfico ha aparecido en la película ‘Prometheus‘, estrenada en 2012. Ridley Scott, su director, contó con Giger para diseñar los murales que aparecen como algunos de los primeros artefactos del mundo alien en la película.

Existe un museo dedicado a H. R. Giger en la ciudad de Gruyères, en el cantón de Friburgo, Suiza.