Doctor Who: ¿Qué fue del Octavo Doctor? (del especial Revista Magnolia)

Llegó un momento en la historia de la serie Doctor Who que el público comenzó a desencantarse con ella. Las nuevas tramas no gustaron y los espectadores consideraban que se había vuelto muy oscura para tratarse de una serie juvenil. Con protestas de padres incluidas, Doctor Who fue cancelada en 1989. Por una parte, el causante de la cancelación fueron la falta de carisma de los actores en la última época, pero también se vio afectada por la ausencia de ideas en el género de ciencia ficción que los propios años ochenta trajeron consigo en todos los ámbitos.

Como era inevitable, en 1996 se intentó resucitar enfocándola a un mercado más internacional, lo que implicaba mayoritariamente las antiguas colonias de su graciosa majestad. Así que los productores al pensar en relanzar la serie lo hicieron a la americana, con un episodio piloto creado entre la BBC, Universal y Fox que fue estrenado en televisión el 27 de mayo de 1996, la misma semana que fallecía Jon Pertwee, tercera encarnación del Doctor. La recepción fue más tibia de lo esperado, sólo consiguió un 5,5% de audiencia entre los estadounidenses, aunque su estreno en Gran Bretaña se cifró en más de 9 millones y tuvo críticas muy positivas.

Para este relanzamiento se contó con Sylvester McCoy, que volvía a retomar el papel de séptimo Doctor en su despedida, ocupando la introducción y sirviendo de presentación a quien debería ser su sustituto: Paul McGann, la octava encarnación. En el reparto también aparecía un descontrolado Eric Roberts, que terminaría encarnando a The Master (el Amo, en las versiones españolas). La historia estaba firmada por Matthew Jacobs, guionista de Las aventuras del joven Indiana Jones, mientras que el director fue el realizador televisivo Geoffrey Sax, cuyo correcto trabajo no solventa los problemas del guión en su intento por narrar una historia oscura y retorcida.

La película, como es conocido este episodio dentro de la cronología, se desarrolla en los Estados Unidos, concretamente en San Francisco, y está ambientada en 1999. Contiene todos los elementos de cualquier film de su época, así que podemos encontrarnos pandillas juveniles callejeras conformadas por asiáticos y dosis de inocente violencia noventera, incluido un absurdo tiroteo en el que el Doctor es una de esas llamadas víctimas colaterales. Por consecuencia, el Doctor es trasladado a un hospital donde muere en quirófano mientras la doctora Grace Holloway le atienda. Una vez alcanzada su octava regeneración, el Doctor se ve envuelto en una confrontación con The Master, cuyos restos transportaba a Gallifrey tras su ejecución en el planeta Skaro. Pero el Doctor no es consciente que parte de la esencia había sobrevivido y consigue huir hasta apoderarse del cuerpo de un conductor de ambulancia llamado Bruce. A sabiendas de que el cuerpo humano no puede contener su esencia mucho tiempo, The Master intenta usar el Ojo de la Armonía en la TARDIS para robarle al Doctor el resto de sus encarnaciones, estando a punto de destruir el planeta Tierra en el proceso. Sin embargo, con la ayuda de la doctora Grace Holloway, el Doctor logra detener los planes de The Master, que termina siendo absorbido por el Ojo, aparentemente muriendo de una vez y para siempre, ya que volvería a aparecer en la serie actual, al final del tiempo, en el episodio de la tercera temporada Utopía.

McGann realiza una buena aproximación al personaje, caracteriza a un Doctor entre estrafalario y romántico, con un punto de Lord Byron, sufriendo una amnesia que casi le cuesta la regeneración, y que será parte de la identidad del personaje en posteriores tramas. A diferencia de muchos de sus predecesores y sucesores, esta encarnación se comporta de manera más humana. Esto se ve más claramente en el deseo que muestra hacia Grace Holloway, aunque de una manera inocente, casi infantil. Estas escenas conllevaron cierta controversia, por el hecho de romper el antiguo tabú sobre relaciones románticas con sus acompañantes, al besar por primera vez a una companion. Igualmente, se desató otra polémica al afirmar en una línea de diálogo que era mitad humano, por parte de su madre. En posteriores aventuras se justificó este hecho, al afirmar que la octava encarnación había engañado a The Master para hacerle creer que era mitad humano.

Para su caracterización de la octava encarnación, el Doctor vestía ropa de la época victoriana, con pelo largo y ondulado. Llevaba una chaqueta larga de terciopelo verde, un chaleco con un reloj de bolsillo, un pañuelo. Cuenta Paul McGann que en su interpretación del Doctor tuvo que llevar una peluca que le parecía desagradable. El propio actor sugirió que el personaje llevara el pelo corto y una chaqueta de cuero, pero los productores lo rechazaron; a pesar de esto, curiosamente sus ideas se incorporaron años después al vestuario del Noveno Doctor.

El intento fallido de regenerar al personaje y su mitología en televisión supuso el fin de la presencia de Doctor Who en las pantallas hasta 2005. Fue con Russell T. Davies como jefe de máquinas, ya sin McGann, cuando la serie regresó en todo su esplendor. Pese a ello, el Octavo Doctor es el más prolífico en cómics, novelas y programas de radio, creando en torno a su personaje una suerte de madejas de historias que en ocasiones se llegan a contradecir, resultando complicado establecer un arco conciso de su historia. A pesar de no llegar a cosechar la misma fama que el resto de encarnaciones, se la ha tenido en cuenta en la nueva serie, siendo mencionado en los episodios Human Nature –donde aparece en el Diario de cosas imposibles- The Next Doctor o The Eleventh Hour.

Las circunstancias exactas de la muerte del octavo Doctor son desconocidas. El décimo Doctor afirmó que había estado solo cuando murió, pero no literalmente. A posteriori, declaró que la muerte de su octava encarnación se debió a los acontecimientos de la última gran Guerra del Tiempo. Nunca hemos visto, por tanto, más aventuras televisivas de este octavo Doctor, ni tampoco la regeneración de Paul McGann en Christopher Eccleston. Eso sí, al menos tuvieron el detalle de no obviar el brevísimo pase por las pantallas del octavo Doctor, aunque siempre nos quedaremos con las ganas de ser testigos del épico enfrentamiento final entre los Daleks y los Señores del Tiempo.

NOTAEl artículo se actualizó tras la emisión de The Night of the Doctor que en un giro imprevisto de los acontecimientos nos trajo de vuelta al Octavo Doctor.

Steven Moffat encuentra al perdido Doctor para devolverlo a la pantalla en la precuela de The Day of the Doctor. En este breve corto el Doctor, por avatares del destino, volverá al planeta Karn y a encontrarse con la Hermandad de Karn, que aparecieron en The Brain of Morbius en los tiempos del Cuarto Doctor. Esta secta era la protectora de la Llama Sagrada que producía el Elixir de la Vida y que los Señores del Tiempo usaban en los casos en los que tenían dificultades con sus regeneraciones. Este episodio convierte en canon los audio del Octavo Doctor al nombrar a sus companions durante esas aventuras y al fin veremos la escena de regeneración que tanto se le debía… en un nuevo Doctor de la Guerra.

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@WormHolePro

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