-Tienen ahora toda la ciudad. En este reducto no somos más que unos cuantos centenares y nuestra situación es precaría. Formamos el último núcleo humano en los alrededores, pero los simios no tolerarán que estemos en libertad tan cerca de ellos. En los demás campos algunos hombres han huido lejos, a la selva; los otros se han rendido para tener qué comer para saciar el hambre. Aquí nos hemos quedado donde estamos, sobre todo por pereza. Dormimos. Somos incapaces de organizarnos para la resistencia…
Pierre Boulle, El planeta de los simios