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Vademécum de Her Doktor: El caballero del dragón (1985)

Vademécum de Her Doktor: El caballero del dragón (1985)

Es una de las películas más caras del cine español, fue un fracaso estrepitoso que no recaudó ni la mitad de lo que costó. Al contar con un reparto internacional, la película se estrenó, a destiempo, en gran parte del planeta, siendo un fracaso en todos los lugares. En 1993 la película pasa a ser de dominio público, lo que hace que se edite en los Estados Unidos por varias productoras (aunque de manera legal), consiguiendo una galería de carátulas a cual más delirante, destacando una en la que, para aprovechar el protagonismo de Klaus Kinski, roba una imagen de la película “Aguirre, la cólera de Dios” en la que él aparece, la colocan al lado de la nave espacial y se inventan un dragón mecánico.

Director: Fernando Colomo

Nacionalidad: España

Por fin he visto “El caballero del dragón”. Era una película que sabía que existía y no recordaba si la había visto en mi niñez o no. La sensación que sí tenía es que era chunga y prueba de ello son los numerosos blogs que la ponen a la altura del betún.

La historia es una mezcla del mito de San Jorge y “Un astronauta en la corte del Rey Arturo”, y con esto no desvelo nada, porque si algo tiene esta película es falta de emoción, misterio o clímax. La historia va de una princesa pusilánime y tontalaba pero muy buscona (María Lamor) que se enamora tontamente de un Ziggy Stardust enlatado (Miguel Bosé!!) que viene con una especie de nave hecha con las piezas más roñosas que se puedan encontrar en un desguace de gruas de construcción. A todo esto hay un aspirante a caballero (Harvey Keitel) que le hecha los tejos a la princesa continuamente y que trata de salir de su condición de villano a toda costa, ya sea mediante la técnica de braguetazo, chantaje o engaño, eso sí, todo con mucho honor. Como trama paralela está la pretendida mofa a la iglesia y a la superstición (diezmo, gato negro, santería, posesiones, interpretación de las escrituras, demonio…) llevada de forma renqueante por un ambiguo alquimista (Klaus Kinski) y un histérico clérigo (Fernando Rey). Aparece el personaje del caballero que ha jurado no permitir cruzar el puente a no ser que se le derrote en un combate justo, que poco tiempo después será mucho mejor llevado al cine a través de Sir Didymus en la maravillosa “Dentro del laberinto”.

El vestuario y los escenarios están penosamente aprovechados. Se rodó parcialmente en el castillo de Requesens en La Junquera (Gerona). Los actores se pasan la película con cara de “vaya chorradas me hace hacer el director”, aunque se nota el plus aportado por la presencia de Harvey Keitel y, aunque algo justillo, Klaus Kinski (que siempre me gusta ver en la pantalla esa cara de loco psicópata que tiene). La dirección de actores creo que es mala y los toques de humor innecesarios y sin gracia alguna. Sólo me han gustado las escenas en las que el heraldo anuncia edictos reales a los pueblerinos. En si, el título es engañoso, y probablemente haya sido una gran decepción para muchos niños que esas mañanas de verano se hayan dirigido a alquilar el VHS al “Club Yoldan” a alquilar una película de fantasía, espada y brujería. Y es que al fin y al cabo, con todo lo original que Fernando Colomo haya querido ser, y con todo el principal plantel internacional, “El caballero del dragón” es un fistro.

Her Doktor

Al Borde del Spoiler: They live (Están vivos) (1988)

Al Borde del Spoiler: They live (Están vivos) (1988). John Carpenter

John Carpenter escribió el guion bajo el pseudónimo de Frank Armitage. La película está basada en un relato de 1963 de Ray Nelson titulado «Eight O’Clock in the Morning.»

Al Borde del Spoiler: They live (Están vivos)(1988)
Al Borde del Spoiler: They live (Están vivos)(1988)
Al Borde del Spoiler: They live (Están vivos)(1988)

Al final del espectáculo, el hipnotizador les dijo a los hipnotizados: “Despertad”.

Algo extraordinario sucedió.

Uno de los hipnotizados despertó del todo. Esto nunca había sucedido antes. Su nombre era George Nada y parpadeó entre el mar de caras en el teatro, al principio sin ser consciente de nada fuera de lo habitual. Entonces observó, moteadas aquí y allá en la multitud, las caras no humanas, las caras de los fascinadores. Habían estado allí todo el tiempo, claro, pero sólo George estaba realmente despierto, así sólo George les reconoció por lo que eran. Lo entendió todo en un instante, incluyendo el hecho de que si él iba a dar alguna señal al exterior, los fascinadores inmediatamente le ordenarían regresar a su estado anterior, y él obedecería.

Dejó el teatro, saliendo afuera, a la noche de neón, evitando cuidadosamente cualquier indicación de que veía la carne verde y reptiliana o los múltiples ojos amarillos de los dominadores de la Tierra. Uno de ellos le preguntó: “¿Tienes fuego, socio?”. George le dió fuego, y luego siguió su camino.

De vez en cuando, a lo largo de la calle George veía los carteles colgantes con fotografías de los múltiples ojos de los fascinadores y varias órdenes impresas bajo ellos, tales como, “trabaja ocho horas, juega ocho horas, duerme ocho horas” y“cásate y reprodúcete”. Un TV en la ventana de una tienda captó el ojo de George, pero él miraba aparte, a la señal de la hora. Cuando no miraba al fascinador en la pantalla, podía resistir la orden, “sigue sintonizado esta emisora”.

George vivía solo en una pequeña pensión, y tan pronto como llegó a casa, lo primero que hizo fue desenchufar el TV. Aunque podía oír en otras habitaciones los TV de sus vecinos. La mayoría del tiempo las voces eran humanas, pero de vez en cuando oía los arrogantes graznidos extraños como de pájaro, de los extraterrestres. “Obedece al gobierno”, decía un graznido. “Somos el gobierno”, decía otro. “Somos tus amigos, tu harías cualquier cosa por un amigo, ¿no?”.

“¡Obedece!”
“¡Trabaja!”

Repentinamente sonó el teléfono.

George cogió el teléfono. Era uno de los fascinadores.

– “Hola”, graznó. “Soy su control, el Jefe de policía Robinson. Usted es un hombre viejo, George Nada. Mañana por la mañana a las ocho en punto, su corazón se parará. Por favor repita”.
– “Soy un hombre viejo”, dijo George. “Mañana por la mañana a las ocho en punto, mi corazón se parará”.

El control colgó.

“No, no lo hará”, murmuró George. Se preguntó porqué le querían muerto. ¿Sospechaban que estaba despierto?. Probablemente. Alguien podría haberlo notado, haber observado que no respondía de la misma manera que los demás. Si George estaba vivo un minuto después de las ocho del día de mañana por la mañana, entonces ellos lo sabrían seguro.

“Es absurdo esperar aquí el fin”, pensó.

Salió fuera de nuevo. Los carteles, la TV, las ocasionales órdenes de los extraterrestres que aparecían no parecían tener una fuerza absoluta sobre él, aunque todavía se sentía fuertemente tentado a obedecer, a ver las cosas de la manera que su amo quería que las viera. Pasó un callejón y se paró. Uno de los extraterrestres estaba solo allí, apoyado en la pared. George caminó hacia él.

“Sigue tu camino”, gruñó la cosa, enfocando sus letales ojos en George.

George sintió vacilar su autodominio. Por un momento, la cabeza reptiliana se disolvió dentro de la cara de un amable viejo borracho. Por supuesto, el borracho era amable. George cogió un ladrillo y lo estrelló contra la cabeza del viejo borracho con toda su fuerza. Por un momento, la imagen se emborronó, luego la sangre azul-verdosa salió de la cara y el lagarto cayó, encogiéndose y retorciéndose. Un momento después estaba muerto.

George arrastró el cuerpo dentro de las sombras y lo tanteó. Había una pequeña radio en su bolsillo y un cuchillo curiosamente tallado y un tenedor en otro. La pequeña radio decía algo en un idioma incomprensible. George la puso al lado del cuerpo, pero se quedó con los utensilios de comer.

“Posiblemente no pueda escapar”, pensó George. “¿Por qué combatirlos?”

Pero quizá él podía. ¿Qué si él podía despertar a otros? Podría valer la pena intentarlo. Caminó doce manzanas hacia el apartamento de su novia, Lil, y llamó a la puerta. Ella salió a la puerta en albornoz.

– “Quiero que despiertes”, dijo él.
– “Estoy despierta”, dijo ella. “Venga entra”.

Él entró. El TV estaba funcionando. Él lo apagó.

– “No”, dijo él. “Quiero que despiertes de verdad”. Ella le miró sin entender, así que él chasqueó los dedos y gritó, “¡Despierta!. ¡Los amos te ordenan que despiertes!”
– “¿Estás majareta, George?” preguntó ella suspicazmente. “Estás comportándote realmente raro”. Él la abofeteó. “¡Lárgate!” gritó ella, “¿Qué demonios pretendes?”.
– “Nada”, dijo George, vencido. “Solamente estaba bromeando”.
– “¡Abofetearme no fue bromear!” gritó ella.

Alguien llamó a la puerta. George la abrió. Era uno de los extraterrestres.

“¿No pueden bajar el ruido al de un grito débil?”, dijo.

Los ojos y la carne reptiliana se desvanecieron un poco y George vió la vacilante imagen de un hombre gordo de edad media en mangas de camisa. Todavía era un hombre cuando George le cortó el cuello con su cuchillo de cocina, pero era un extraterrestre antes de caer al suelo. Le arrastró dentro del apartamento y cerró la puerta de una patada.

– “¿Qué ves allí?” le preguntó a Lil, señalando a la cosa-serpiente de muchos ojos en el suelo.
– “Señor…Señor Coney”, susurró ella, con los ojos muy abiertos por el horror. “Tú… le has matado, como si no tuviera importancia en absoluto”.
– “No grites”, avisó George, avanzando hacia ella.
– “No lo haré George. Juro que no lo haré, sólo por favor, por el amor de Dios, suelta ese cuchillo”. Ella retrocedió hasta que sus hombros presionaron la pared.

George vió que era inútil.

– “Voy a atarte”, dijo George. “Primero dime en qué habitación vivía el señor Coney”.
– “La primera puerta a tu izquierda según vas hacia las escaleras”, dijo ella.“Georgie… Georgie. No me tortures. Si vas a matarme, hazlo limpiamente. Por favor, Georgie, por favor”.

La ató con las sábanas de la cama y la amordazó, luego buscó el cuerpo del fascinador. Allí había otra de las pequeñas radios que hablaban un idioma extranjero, otro conjunto de utensilios de comer, y nada más.

George fue a la puerta de al lado. Cuando llamó, una de las cosas-serpiente respondió:

– “¿Quién es?”.
– “Amigo del Señor Coney. Quiero verle”, dijo George.
– “Salió durante un segundo, pero regresará”. La puerta se abrió con un crujido, y cuatro ojos amarillos se asomaron. “¿Quiere entrar y esperar?”
– “Vale” , dijo George, no mirando a los ojos.
– “¿Estás solo aquí?” preguntó él mientras ese ser cerraba la puerta, dándole la espalda a George.
– “Sí, ¿por qué?”

Él le cortó la garganta desde atrás, luego buscó por el apartamento. Encontró huesos y calaveras humanas, una mano medio comida. Encontró depósitos con unas enormes y gordas babosas flotando en ellos.

“Las crías”, pensó, y las mató a todas.

Había armas también, de un tipo que nunca había visto antes. Descargó una accidentalmente, pero afortunadamente no hacía ruído. Parecía disparar pequeños dardos envenenados. Se guardó en el bolsillo el arma y tantas cajas de dardos como pudo y volvió a la casa de Lil. Cuando ella le vió, se retorció de terror.

“Relájate, cariño” dijo él, abriendo su bolso. “Sólo quiero tomarte prestadas las llaves de tu coche”.

Cogió las llaves y bajó por las escaleras a la calle. Su coche estaba todavía aparcado en la misma área general en la que ella siempre lo aparcaba. Lo reconoció por la abolladura en el guardabarros de la derecha. Entró, arrancó, y comenzó a conducir sin rumbo fijo. Condujo durante horas, pensando desesperadamente buscando alguna salida. Encendió la radio del coche para ver si podía encontrar algo de música, pero no había nada excepto noticias y eran todas sobre él, George Nada, el maníaco homicida. El locutor era uno de los amos, pero sonaba un poco atemorizado. ¿Por qué debería estarlo? ¿Qué podía un hombre hacer?.

George no estaba sorprendido cuando vió el control en la carretera, y paró en una calle lateral antes de llegar. Ningún viajecito a la trena para ti, Georgie tío, se dijo a sí mismo.

Ellos habían descubierto lo que había hecho en la casa de Lil, así que estarían probablemente buscando el coche de Lil. Lo aparcó en un callejón y tomó el metro. No había extraterrestres en el metro, por algún motivo. Quizá tenían demasiada clase para tales cosas, o quizá era sólo porque era tan tarde de noche.

Cuando finalmente uno montó, George salió. Salió a la calle y fue a un bar. Uno de los fascinadores estaba en la TV, diciendo una y otra vez, “somos vuestros amigos. Somos vuestros amigos. Somos vuestros amigos”. El estúpido lagarto sonaba atemorizado. ¿Por qué?. ¿Qué podía un hombre hacer contra todos ellos?.

George pidió una cerveza, entonces repentinamente le impactó la idea de que el fascinador en el TV no parecía tener ya ninguna fuerza sobre él. Lo miró de nuevo y pensó, “tiene que creer que puede dominarme para hacerlo. La más ligera señal de miedo de su parte y la fuerza de hipnotizarme se ha perdido”. Ellos mostraron la foto de George en la pantalla del TV y George se retiró a la cabina telefónica. Llamó a su control, el jefe de policía.

– “Hola, ¿Robinson?” preguntó él.
– “Al habla”.
– “Soy George Nada. He descubierto cómo despertar a la gente”.
– “¿Qué? George, no cuelgue. ¿Dónde está?” Robinson sonaba casi histérico.

Colgó, pagó y dejó el bar. Probablemente rastrearían su llamada. Cogió otro metro y fue al centro de la ciudad. Estaba amaneciendo cuando entró en el edificio más grande de los estudios de TV de la ciudad. Consultó al portero del edificio y luego subió en el ascensor. El policía delante del estudio le reconoció. “¡Eh, usted es Nada!” masculló.

A George no le gustó dispararle con el arma de dardos envenenados, pero tenía que hacerlo. Tuvo que matar a varios más antes de entrar en el estudio, incluyendo todos los técnicos que había. Había un montón de sirenas de la policía fuera, gritos excitados, y pasos que corrían por las escaleras. El extraterrestre estaba sentado delante de la cámara de TV diciendo: “Somos vuestros amigos. Somos vuestros amigos”, y no vió a George entrar. Cuando George le disparó con el arma de agujas, él simplemente se paró a mitad de frase y se quedó sentado allí, muerto. George se quedó cerca de él y dijo, imitando el graznido del extraterrestre, “¡Despertad. Despertad. Miradnos como lo que somos y matadnos!”.

Fue la voz de George la que la ciudad oyó esa mañana, pero fue la imagen del fascinador, y la ciudad despertó por primera vez y la guerra comenzó. George no vivió para ver la victoria que finalmente llegó. Murió de un ataque al corazón exactamente a las ocho en punto.

Vademécum de Her Doktor: Tunka el guerrero (1983)

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Vademécum de Her Doktor: Tunka el guerrero (1983)

El actor, director, guionista y productor Joaquín Gómez Sáinz o, bajo el seudónimo Dan Barry, continua con la moda de las exploitations sobre bárbaros casposos -antes ya había flirteado con el peplum en Los Cántabros (1981), y Estirpe de Dioses (1982). La película por desavenencias con la productora terminó enlatada y ni siquiera llegó a estrenarse en cines. Cuentan que un operador cegato que destrozó los mejores planos.

Nacionalidad: España

Director: Joaquín Gómez Sáinz

Ufff…. Tunka… qué sufrimiento… “Tunka el guerrero” es una película española ambientada en un futuro postapocalíptico donde el protagonista, un sucedáneo de bárbaro, media entre una sociedad femenina tipo amazonas feas y una sociedad masculina tipo lerdos feos. No voy a entrar en aspectos técnicos ni artísticos. Todos son sumamente pésimos. No se salva nada. Es puro anticine. He leído que ni siquiera se estrenó. Sin embargo, presenta algunos aspectos curiosos. Primero, “Tunca” (con “c” en lugar de “k”) significa en español de México, según la RAE, “puerca”, o “mutilado de algún miembro” o “corto”. Lo cual es un nombre que le va de maravilla al personaje protagonista interpretado por Rosendo, no perdón, por Joaquín Gómez, menudo careto, quien a su vez es el director de este engendro fílmico. Este actor tiene una voz grave característica, que me hizo pensar en José Martínez Blanco, pero se ve que no, que es su genuina voz, la que también salía de la boca de Chiprell en “Los Aurones”. La carrera en el cine de Joaquín Gómez (pseudónimo Dan Barry) no destaca por grandes títulos aunque algunos no dejan de ser curiosos: “Consultorio sexológico” y “Bragas calientes”. En “Tunka el guerrero” sólo aparece un atisbo puntual y casi anecdótico de interpretación, y este viene del actor Tom Hernández (siendo ésta su última película) que da vida a el “Gran Sabio”, una especie de enajenado profeta que aparece a modo de sobresalto entre escena y escena soltando aburridos blablablas. Se ve que este actor era todo un personaje pero no viene al caso. El resto del casting, en la línea del protagonista, está compuesto por ¿actores? tremendamente feos que les da la risa cuando les están apresando o apaleando. Como es costumbre, algunas de las pelucas son antológicas, pero cabe más aún destacar el vestuario… no sé… es pura basura… esas vestimentas de color rojo chillón… esa Dama de Elche…

En resumen, un desfile continuo de cabareteras. Por último, querría comentar algo sobre los exteriores. Señor Joaquín Barry, si va a filmar en el teatro romano de Mérida, ¡¡¡no haga este truño de película!!!

Her Doktor

Vademécum de Her Doktor: Yor. El cazador que vino del futuro (1983)

Vademécum de Her Doktor: Yor. El cazador que vino del futuro (1983)

Il Mondo Di Yor / Yor, the Hunter from the Future

Director: Anotnio Margheriti

Nacionalidad: Italia

Adaptación del cómic argentino Henga, el cazador creado por Ray Collins (seudónimo del argentino Eugenio Zappietro), Juan Zanotto y Alfredo Julio Grassi, en una producción italo-francesa-turca. Filmada originalmente como miniserie para televisión de cuatro capítulos de una hora de duración cada uno. Acabó convertida en un conglomerado de hora y media para cines. Su estreno en su formato original fue posteriormente debido a que la RAI la emitiera como relleno para su programación de madrugada.

 ¡Vaya pelucones!

Yor, el cazador que vino del futuro” es una película con un argumento mal desarrollado, caótico, falto de alma, en momentos aburrido, y con un actor protagonista realmente falto de carisma; pero, en su conjunto, este film es relativamente atractivo por la diversidad de situaciones que viven los protagonistas, por la falta de complejos a la hora de tomar elementos de otras películas, por su calidad técnica algo (¡sólo algo!) superior a otras producciones de este tipo, y por lo mejor con diferencia, la antológica escena planeadora de Yor y el mobat (murciélago gigante).

La película empieza bien. Exteriores de parajes semidesérticos con piedras fálicas de Turquía con títulos de créditos con letras rojas llamativas y una atractiva música tecno-pop. Inmediatamente aparece nuestro protagonista en escena, y nuestra primera buena impresión decae. Red Brown, Capitán América baratillo, y que también apareció en “Cromwell, el rey de los bárbaros”, encarna a Yor, un cazador de una era indeterminada, que va corriendo como si fuera pisando huevos, con un hacha de piedra en la mano, y que además de gastar menos en ropa que yo en peines, lleva un pelucón rubio antológico, casi peor que el de Mace de “La conquista de la tierra perdida”. Nuestro particular Lou Ferrigno salva a una chica de muy buen ver (Corinne Cléry, nada más ni nada menos que “O” y chica Bond en “Moonraker”) del ataque de un Triceratops-Stegosaurio con muy malas pulgas que interpreto que defendía a su retoño Polacanthus-fraggle de ser cazado por ella y su padre, primo de Orson Welles.

Bueno, pues parece que estamos ante una película claramente inspirada por “Hace un millón de años”, puesto que esta chica y su padre pertenecen a una tribu de cavernícolas que viven en Cales Coves pero sin mar, pero sí con unos vecinos belicosos que serán los desencadenantes de las sucesivas aventuras que vivirá nuestro protagonista. La película vira entonces a la línea de “En busca de el fuego”, tocando “El planeta de los simios”, y… empiezan a aparecer elementos tecnlógicos… acercándonos a “Flash Gordon” y terminando con “La fuga de Logan”, y puede que me haya dejado muchas más por el camino; porque sí, estamos ante una película-fusión en Pelucón-World. Así que a mitad de la película, Yor se encuentra con una paisana que es la reencarnación mal maquillada de Daenerys, los cavernícolas son atacados por un Dimetrodon gigante y durante el último tercio de la historia aparece un ejército de trooper-robots oscuros liderados por Dark Sidious. ¡Qué por giros argumentales no quede!

Si bien a nivel técnico es superior a producciones como “Thor, el conquistador”, y el vestuario y armas no están del todo mal, el maquillaje a veces roza lo patético, las actuaciones son en general muy pobres, sobretodo la de Red Brown y los efectos especiales de los monstruos son de lo peor que he visto. Por cierto, ¿cómo consigue Yor un afeitado facial tan perfecto?

En conclusión, “Yor, el cazador que vino del futuro” es una película tremendamente irregular, mezcolanza de otras películas mucho mejores, con pasajes antológicos (Yor con el murciélago) alternados con momentos de calidad muy discutible, y que destaca por tener a uno de los protagonistas menos carismáticos de la historia del cine.

                                       Her Doktor

Vademécum de Her Doktor: Thor el conquistador (1983)

Vademécum de Her Doktor: Thor el conquistador (1983)

Colaboración entre el director Tonino Ricci y el actor Bruno Minniti, ambos bajo los pseudónimos habituales de Anthony Richmond y Conrad Nichols respectivamente, aquí cambian de género y del postapocalíptico se pasan al explotation de Conan.

Thor il conquistatore

Nacionalidad: Italia

Director: Tonino Ricci

Uff… uff… uff… Mirad que he visto películas malas… pero “Thor, el conquistador” entra en el ranking de las diez, quizás tres, peores películas que he visto en mi vida. Las películas de Espada y Brujería tienen un atractivo frikie que hace que se vean con buenos ojos las cutreces en la realización en pos de una historia pobre pero entretenida. Incluso la cutrez puede llevar a la risa, y esto hace que se juzgue positivamente la falta de pretensiones de una película de bajo presupuesto. Pero es que “Thor, el conquistador” aburre hasta las ovejas, está realizada con el duodeno, es pretenciosa y no puede estar peor hecha. Los pocos aspectos positivos (¡muy pocos!) caen claramente en el olvido tras verse inundados por una ingente cantidad de inmundicia argumental y visual. Voy a destacar algunos puntos que podrían haber ayudado a llegar a un mejor puerto. El protagonista es un bárbaro tratado con más realismo que en otras películas del estilo. Este bárbaro no tiene problemas con la violación, la poligamia, la infidelidad, la violencia injustificada y el robo. Ina, interpretado por Maria Romano, es el único elemento aceptable estéticamente. Sale algo parecido a un orco. Y la música es aceptable. Todo lo demás es pura diarrea post-Nochevieja. El protagonista, Thor, es el ancestro común de los cantantes del Duo Dinámico, y va acompañado de un brujo-butterfly más cansino que la bota Botilde. Se embarcan en una aventura en la que Thor irá mejorando sus capacidades hasta encontrar la espada más fea que se ha visto en el cine. Por el camino, Thor aprende también a como tratar a las mujeres y domar un caballo. El objetivo final es enfrentarse a su némesis, un villano interpretado por un actor que bien podría hacer de borracho en “Los Serrano”. Es de las películas de barbari que más intenta imitar a Conan y el lamentable resultado encumbra a niveles épicos la calidad de la saga “Deathstalker”. Definitivamente es de las muy pocas películas de Espada y Brujería que califico como “Todas las copias deben ser destruidas”. No la recomiendo.

                             Her Doktor

Vademécum de Her Doktor: Amazonas (1986)

Vademécum de Her Doktor: Amazonas (1986)

La habil intervención de Alejandro Sessa fue muy importante para lograr que Roger Corman instalase sus equipos en Argentina. En 1986, bajo el seudónimo de Alex, debutó detrás de cámara con Amazonas (Amazons, también conocida en algunos países como El enigma del talismán).

Nacionalidad: Argentina – Estados Unidos

Director: Alejandro Sessa

“Amazonas” es un film muy irregular. Partiendo de una historia y guión que no están del todo mal, veremos un montaje y una narración de lo más nefasto que nos podemos encontrar en este tipo de cine. Es una pena amablemente compensada por la falta de interés de las amazonas en protegerse del frío y el uso intensivo de “Epilady”. En 75 minutos se produce una sucesión de escenas atropelladas cargadas de chicha frikie de serie B: hechicero, sumo sacerdote, armas, conjuros, forajidos, amazonas, espada mágica, druida, licántropo-leona y un tío cabalgando una vaca!
Con respecto a las armas y los combates, estos son algo justillos, pero no tan malos como en “Gunan, el guerrero”, y aparece la típica arma de asta de estas producciones con forma de media luna asimétrica que aún no sé como se llama y quizás nunca haya existido. A parte de ésta, aparecen gujas, espadas largas, dagas, una honda, una cerbatana y lanzas. Curiosamente, en el momento 07:17 aparece un arma de asta con la hoja rota de una manera tan tan tan tan tan cutre que se puede ver que no es metal, sino madera pintada. Los escudos son los más cutres vistos en el mundo del cine: cartón cubierto de papel de aluminio. El vestuario y los escenarios son escasos en elementos pero aceptables.
Los efectos especiales están ausentes salvo para dar vida a los conjuros del hechicero malo maloso, a la licántropo-leona y a unos fantasmas. Los personajes están vagamente desarrollados. Es una lástima porque son bastante interesantes, sobretodo Mediopelo.
En FilmAffinity dice que esta película es del 1976, lo cual me ha extrañado (en tal caso le habría subido un punto), pero luego he comprobado en IMDB que es del 1986 (ya les he escrito para que lo cotegen). En conclusión, uno de los peores montajes de las películas de espada y brujería de serie B, pero vale la pena verla por la cantidad de pequeños detalles frikies (y anatómicos, no tan pequeños) que muestra.
                                     Her Doktor

Doce films rusos deliciosamente raros

1. Kin-dza-dza! (Кин-дза-дза!) 1986

Grotesca, irreverente y sobre todo divertida. Giorgi Danielia, director de “Mimino”, “Afonia” o “Yo paseo por Moscú”, realizó en el ocaso de su carrera su película más rara: Kin-dza-dza, una parodia de la naturaleza humana en forma de distopia cinematográfica. Vladimir Moshkov, constructor, y Gedevan Aleksidze, estudiante, son tele-transportados al planeta Kin-dza-dza por error y para volver a la tierra tendrán que cambiar fósforos por “gravidsapas”. Los diálogos de la película son tan disparatados que con frecuencia aparecen en conversaciones cotidianas. Una advertencia: no salgas a la calle después de ver Kin-dza-dza ya que corres el riesgo de abrir los brazos y gritar “ku!”.

2. Yo soy Cuba (Я Куба) 1964

“Yo soy Cuba” es a la revolución de los barbudos lo que “El Acorazado Potemkim” a lo bolchevique: una obra de arte que casi nos convence de la legitimidad del cambio de régimen. La película cuenta con una importante participación cubana, y sobre todo con dos de las figuras más importantes del deshielo cultural soviético de los 60: Mijaíl Kalatozov (director) y Evgueni Evtushenko (co-guionista). Tras la disolución de la Unión Soviética personalidades como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola o Guillermo Cabrera Infante expresaron su admiración por una película exquisita pero olvidada por el devenir de la historia humana.

3. El hombre anfibio (Человек-амфибия) 1962

La película vendió 66 millones de tickets en 1962, para preocupación de las autoridades soviéticas. Consolidó la tendencia marcada por “Los tres mosqueteros” y “La reina de las gitanas”: la gente prefería ver películas divertidas con romances entre guapos protagonistas antes que aburridos films sobre la vida de Lenin.

La película está basada en la novela homónima de Alexánder Beliaev y se rodó en Crimea y Bakú; la historia va sobre un humano que habita en el fondo del mar y decide abandonar su hábitat natural para conquistar a su amada.

4. Sobre monstruos y hombres (Про уродов и людей) 1998

Entre “Brat” y “Brat 2”, Alexéi Balabanov realizó una película marcadamente extraña y repleta de simbología, erotismo y elementos post soviéticos. En tonos sepia y lenguaje alegórico, “Sobre monstruos y hombres” refleja las lesiones espirituales producidas por el auge del capitalismo y la decadencia social en Rusia. Una obra maestra con seductores elementos masoquistas y perversos.

5. Ciudad Cero (Город Зеро) 1988

Película desconcertante y seminal. El ingeniero Varakin se traslada de Moscú a provincias para una “komandirovka” (viaje de trabajo) y tras enigmáticos episodios descubre que no le va resultar fácil salir de allí.

6. El circo (Цирк) 1936

Las dos estrellas de los musicales soviéticas, Grigori Alexandrov (director) y Liubov Orlova (actriz) brillaron en la sui generis “El circo”. Marion Dixon, artista norteamericana, tiene que huir de Estados Unidos y Alemania, donde es perseguida por haber tenido un hijo negro. En un gesto de generosidad, será el pueblo soviético quien la acoja sin hacer distinción étnica alguna.

7. Vokalnye Parallelli (Вокальные Параллели) 2005

Producción kazajo-rusa, dirigida por Rustam Jamdamov y escrita y protagonizada por Renata Litvinova. La trama gira en torno a una joven cantante que va encontrándose con viejas glorias de la ópera soviética. No obstante, la porosa historia transpira erotismo y plasticidad, y el mayor logro de la película es su magnetismo estético.

8. Los primeros en la luna (Первые на Луне) 2005

Falso documental de Alexéi Fedorchenko sobre el supuesto intento soviético de llegar a la luna en los años 30. Durante la producción de la película algunos medios de comunicación rusos especularon sobre la autenticidad de la historia, e incluso ganó el premio al mejor documental del Festival de Venecia. “Los primeros en la luna” es una ficción en forma de documental, en la que se caricaturiza sobre la creación y destrucción de héroes durante el régimen soviético.

9. Polvo (Пыль) 2005

Otra película desconcertante, aunque en este caso con un tono post-moderno y low-fi. Grabada con cámara digital y sin apenas presupuesto, el resultado es admirable y el monólogo final de Piotr Mamonov es de los que no se olvidan. Dirigida por Serguéi Loban y con guión de Marina Potapova, la historia va de un obeso de 24 años que se vuelve adicto a unas pantallas donde aparece musculoso y delgado.

10. Síndrome de astenia (Астенический синдром) 1989

Película incómoda de ver a pesar de la seducción estética de sus imágenes. Kira Muratova muestra la fatiga del pueblo soviético a través de varias historias cargadas de decadencia y debilidad humana.

11. Particularidades de la pesca nacional (Особенности национальной рыбалки) 1998

Antes de conseguir el éxito comercial con “Kukushka”, Alexander Rogozhkin realizó varios ensayos cinematográficos con el argumento común “Particularidades nacionales” de la política, la caza o la pesca. Esta última es la más divertida: un joven investigador finés interesado en la tradición rusa de caza y pesca participa en una excursión organizada por militares y policías en Karelia. Durante el largo fin de semana no logran pescar ni un pez, pero acaban con 15 cajas de vodka.

12. Ménage à trois (третья мещанская) 1927

En un pequeño piso de Moscú vive una joven pareja; sin embargo el marido no presta mucha atención a su mujer y ésta no soporta las tareas domésticas. Tras encontrarse con un viejo amigo sin alojamiento, el marido invita a éste a que duerma unos días en el sofá de su casa. La historia a tres acabará con un aborto, tema por primera vez mostrado en el cine. Dirigida por el lituano Abram Room, y prohibida en Inglaterra, la película retrata la clase urbana soviética y sus comportamientos sexuales con una franqueza desconocida en la época.

By Fran Martínezes.rbth.com

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Vademécum de Her Doktor: El trono de fuego (1983)

Vademécum de Her Doktor: El trono de fuego (1983)

Su director Franco Prosperi,  reaprovecha las escenas iniciales del ataque al poblado de otro explotation como ‘Gunan el guerrero’ y las incluye aquí al inicio como parte del propio argumento. Estas mismas imágenes serán nuevamente reutilizadas en ‘La espada salvaje de Krotar’ (1982) en cuya película también incluyeron esas mismas escenas iniciales.

Il trono di fuoco

Nacionalidad: Italia

Director: Franco Prosperi

Italia se ve que le dió fuerte a la morralla medieval fantástica. He recordado que incluso en Cuéntame, serie la cual me veo obligado a visionar por decreto imperial, Nieves Alcántara intervino en una de esta pelis de espada y brujería espagueti, por lo que supongo que se rodarían como churrros.

Éste es un ejemplo de cómo una historia medianamente aceptable está mal relatada, realizada con muy poco gusto y acaba siendo un pestiño. El protagonista es un fiero guerrero, que según una antigua profecía, ocupará un trono al que llegará con sus sandalias y dando espadazos a diestro y siniestro, enfrentándose al malo maloso que tiene poderes conjuradores, quema poblados, secuestra princesas, y usa el arco. Hasta aquí, bien podríamos estar hablando de “Conan el bárbaro”, pero no, hablamos de “El trono de fuego”, donde el protagonista se enfrenta también a una serpiente constrictora. Bueno, pues este “spaghetti-barbari”, homenajea a la película de John Milius, bueno, se inspira en ella… qué leche, calca planos a diestro y siniestro de una manera insultante. Entonces, ¿qué es lo que tiene la historia de aceptable? pues que introduce al mismísimo innombrable (no a Sauron, ni The Shadow, el otro), que la fémina arrebata el protagonismo totalmente al bárbari y que la profecía se va desvelando por partes a medida que pasa el tiempo. Todo lo demás, sin excepción, es bazofia. Bueno, todo todo no. Hay una conversación tipo Monty Python en el minuto 9, entre el bárbari y su madre que para mí pasa a la historia de diálogos antológicos de la sección “Espada y Brujería”. Por un momento pensé que si eso era una pista del estilo del resto de la película, ésta podría convertirse en un clásico ochentoso. Pero no, todo se queda en esta conversación, y el desarrollo continúa de forma aburrida, estridente, cansina y sin sorpresas. La música tiene un tema principal que no está mal del todo, pero que no varía y acaba siendo chirriante. Los combates son medio regulares, dentro de lo esperable de tan bajo presupuesto, y se ven armas variadillas, como un mayal, algún hacha de batalla y el villano tiene una espada tan cutre como curiosa. Los escenarios y el resto del guión son malísimos, escaso de guiños frikies. El amor a primera vista tiene aún menos credibilidad que el de “Grabbers” y el personaje de la princesa es totalmente incomprensible… bueno… todos los personajes son incomprensibles. Y toda la chicha que Sabrina Siani enseñó en “Gunan el guerrero”, olvidadla, no la encontraréis aquí.

Her Doktor