Vademécum de Her Doktor: Tunka el guerrero (1983)
El actor, director, guionista y productor Joaquín Gómez Sáinz o, bajo el seudónimo Dan Barry, continua con la moda de las exploitations sobre bárbaros casposos -antes ya había flirteado con el peplum en Los Cántabros (1981), y Estirpe de Dioses (1982). La película por desavenencias con la productora terminó enlatada y ni siquiera llegó a estrenarse en cines. Cuentan que un operador cegato que destrozó los mejores planos.
Nacionalidad: España
Director: Joaquín Gómez Sáinz
Ufff…. Tunka… qué sufrimiento… “Tunka el guerrero” es una película española ambientada en un futuro postapocalíptico donde el protagonista, un sucedáneo de bárbaro, media entre una sociedad femenina tipo amazonas feas y una sociedad masculina tipo lerdos feos. No voy a entrar en aspectos técnicos ni artísticos. Todos son sumamente pésimos. No se salva nada. Es puro anticine. He leído que ni siquiera se estrenó. Sin embargo, presenta algunos aspectos curiosos. Primero, “Tunca” (con “c” en lugar de “k”) significa en español de México, según la RAE, “puerca”, o “mutilado de algún miembro” o “corto”. Lo cual es un nombre que le va de maravilla al personaje protagonista interpretado por Rosendo, no perdón, por Joaquín Gómez, menudo careto, quien a su vez es el director de este engendro fílmico. Este actor tiene una voz grave característica, que me hizo pensar en José Martínez Blanco, pero se ve que no, que es su genuina voz, la que también salía de la boca de Chiprell en “Los Aurones”. La carrera en el cine de Joaquín Gómez (pseudónimo Dan Barry) no destaca por grandes títulos aunque algunos no dejan de ser curiosos: “Consultorio sexológico” y “Bragas calientes”. En “Tunka el guerrero” sólo aparece un atisbo puntual y casi anecdótico de interpretación, y este viene del actor Tom Hernández (siendo ésta su última película) que da vida a el “Gran Sabio”, una especie de enajenado profeta que aparece a modo de sobresalto entre escena y escena soltando aburridos blablablas. Se ve que este actor era todo un personaje pero no viene al caso. El resto del casting, en la línea del protagonista, está compuesto por ¿actores? tremendamente feos que les da la risa cuando les están apresando o apaleando. Como es costumbre, algunas de las pelucas son antológicas, pero cabe más aún destacar el vestuario… no sé… es pura basura… esas vestimentas de color rojo chillón… esa Dama de Elche…
En resumen, un desfile continuo de cabareteras. Por último, querría comentar algo sobre los exteriores. Señor Joaquín Barry, si va a filmar en el teatro romano de Mérida, ¡¡¡no haga este truño de película!!!
Her Doktor