Archivo de la etiqueta: Cine de los 90’s

Vademécum de Her Doktor: Beowulf La leyenda (1999)

Vademécum de Her Doktor: Beowulf La leyenda (1999)

En la BSO participa el DJ Ben Watkins, conocido como Juno Reactor. Además durante la película se escuchan temas de grupos como Fear Factory, Anthrax, Monster Magnet y KMFDM entre otros. En palabras de Christopher Lambert, la película se desarrolla en un entorno “tecno-mistico-futurista”. Christopher Lambert declinó participar como secundario en “Mortal Kombat: Annihilation” para protagonizar esta cinta.

Título original: Beowulf

Director: Graham Baker

Nacionalidad: Estados Unidos

“Beowulf, la leyenda” hace un flaco favor a la leyenda de Beowulf. De hecho, es la versión más pestilente que he visto, estando bastante por debajo de “Beowulf & Grendel”. Lo más insoportable es la música pastillera tecno-churri que invita a quitar el sonido. Es tan desagradable como el pelo teñido de Christopher Lambert. La película revisa la historia de este héroe situándolo en un ambiente postapocalíptico que combina elementos medievales y modernos. El guión es tan malo como simplón, y la narrativa es horrible y terriblemente infantiloide. El casting es regular, siendo el peor escogido Christopher Lambert, y un acierto, Rhona Mitra, por una simple razón (o dos). El atrezo es interesante y variado, destacando la grandísima variedad de modelos de armas que aparecen. Sin ir más lejos, se pueden incluso ver rarezas del mundo de Kryn, como armas parecidas a un clabbard, un lajang, un main-gauché (éste no es de Krynn), un trimayal o un katar. La excepción es una ridícula espada lanzadora de CDs. Así que ya he mencionado los dos únicos aspectos positivos de esta película: el atrezo armamentístico y Rhona Mitra. Lo demás es basura. Los golpes de efecto, como el sacrificio de la chica del principio, o la transformación de la bruja, son ridículos. Los efectos especiales baratos a más no poder, como se ve claramente en la escena del castillo incendiado, o el horrible uso del fondo verde y de la niebla; los efectos de “El dragón y la princesa” son magistrales en comparación con los de esta película. El diseño de Grendel y su efecto de silueta imprecisa son simplemente vomitivos, aunque hay que reconocer que va a juego con la música. El estilo del cámara es mareante y la fotografía nada especial; y las luchas filmadas a tal velocidad que no se distingue nada. En definitiva, “Beowulf, la leyenda” es una película bastante olvidable que desmitifica al héroe convirtiéndole en un híbrido de saltimbanqui e inspector Gadget cuya única proeza es llevarse al catre al único elemento atractivo de la historia.
                                           Her Doktor

Cine culto para entender la sociedad rusa

“De todas las artes, para nosotros el cine es la más importante”, dijo Lenin en una ocasión, y tenía toda la razón. Los rusos imitaban a sus personajes favoritos del cine, se comportaban y se vestían como ellos, leían los mismos libros y escuchaban la misma música. Una lista con las películas de éxito que más influyeron en la mentalidad rusa.

1.Noche de carnaval (comedia musical, 1956, 49 millones de espectadores)

Mientras los empleados de un club de una ciudad soviética se preparan para la fiesta de fin de año, un viejo y ostentoso burócrata apellidado Ogurtsov intenta aguar la fiesta convirtiéndola en una aburrida conferencia. Ahora la trama resulta trivial, pero en 1956 era bastante innovadora. Tras la muerte de Stalin tres años antes, llegó una política conocida como el ‘deshielo’. Por fin se permitió cierta libertad de expresión a los directores y Noche de carnaval se convirtió en uno de los hitos de los nuevos tiempos. Ogurtsov pasó a ser el símbolo negativo de una época pasada, y es que la diversión era ya una parte importante de la mentalidad rusa.

Por primera vez desde 1930 los espectadores pudieron escuchar a una auténtica banda de jazz en una película soviética: en los años 40 y a principios de los 50 la música de jazz fue declarada ‘inapropiada’ por el gobierno y algunos cantantes fueron víctimas de la represión.

2.El sol blanco del desierto (western, 1970, 50 millones de espectadores).

Durante el estancamiento de la década de 1970, el pueblo soviético necesitaba urgentemente una figura heroica en la pantalla. El soldado del Ejército rojo Fiódor Sujov, protagonista de El sol blanco del desierto, apareció justo a tiempo. El director, Vladímir Motil, quería rodar un auténtico western soviético, y lo logró: creó una pieza muy discreta, conmovedora y profundamente patriótica. Al finalizar la guerra, Sujov emprende el camino de regreso a casa a través de un desierto asiático, donde se encuentra el harén del delincuente local Abdullah y decide proteger a las mujeres de ser asesinadas por su cruel marido. A lo largo de la película mueren muchos personajes, pero las honorables intenciones de Sujov siempre llegan a buen puerto. Sujov también es un héroe romántico: sueña con volver a ver a su amada esposa Katerina Matvéyeva, que simboliza el hogar y la propia Rusia.

La banda sonora de la película, compuesta por el famoso cantautor Bulat Okudzhava y el compositor de música de cine Isaak Shwartz, adquirió una gran popularidad, sobre todo una canción titulada «Su señoría doña Fortuna» (en ruso Vashe blagorodie gospozha Udacha) Sin embargo, los jefes del estudio no estaban conformes con la película y enviaron la cinta a montaje en varias ocasiones, cortaron algunas escenas e incluso se plantearon dejarla en el armario. Afortunadamente, el entonces líder soviético Leonid Brezhnev vio la película por casualidad, le encantó y ordenó que se estrenara.

3. Iván Vasílevich cambia de profesión (comedia y ciencia ficción, 1973, 60 millones de espectadores).

No hay nadie en el espacio postsoviético que no conozca a Leonid Gaidai, un director recordado por sus películas inspiradas de la gente más auténtica. Especialmente popular fue la trilogía cómica formada por Operación Y y otras aventuras de Shurik, La prisionera del Cáucaso e Iván Valílievich cambia de profesión.

En realidad, en lo que a la trama se refiere, no es ninguna trilogía, pero el estilo del director y el género sí que coinciden. En la primera película, el joven físico Shurik se echa novia y consigue su primer trabajo; en la segunda, viaja al Cáucaso, conoce a otra chica y la rescata de sus secuestradores; y en la tercera, basada en una obra de Bulgákov (el autor de la novela de culto «El maestro y Margarita»), el joven científico crea una máquina del tiempo que intercambia por error a Iván el Terrible con el aburrido oficial soviético Bunsha. La película es una típica comedia de situación, con malentendidos, gritos, carreras, caídas, etc., pero resulta muy ingeniosa y cuenta con magníficas canciones y momentos conmovedores. Muchas frases hechas actuales provienen de estas tres películas.

4. Nunca cambies el punto de encuentro (policíaca, series de TV, 1979, 80 millones de espectadores).

Esta serie de cinco capítulos cuenta la historia de dos detectives de Moscú a quienes, en 1946, se les encarga atrapar al bandido Gato Negro, un conocido ladrón y asesino. El joven policía Sharápov acaba de regresar de la Segunda Guerra Mundial y sigue siendo un hombre honesto y valiente, un romántico bastante ingenuo. Su jefe Zheglov es un personaje controvertido, capaz de cualquier cosa (rozando la ilegalidad) para conseguir sus propósitos. Su lema, tan pegadizo como para seguir usándose hasta nuestros días (incluso por el presidente Putin), era el siguiente: “El sitio de un ladrón está en la cárcel”. A pesar de la ambigüedad del personaje, el público sentía predilección por Zheglov, caracterizado por el ingenioso y carismático artista soviético Vladímir Visotski.

La tasa de criminalidad en la URSS se redujo drásticamente durante las cinco noches en que se emitió la serie, pues todo el mundo se quedó en casa viendo como Zheglov perseguía a las redes criminales.

5. Hermano (suspense, 1997, 146.000 espectadores en cine, millones de copias de VHS y DVD vendidas).

Esta película del director de culto Alexéi Balabánov se distingue de las otras de la lista porque simboliza una nueva era, la Rusia postsoviética. Gracias a su representación de Danila Bagrov, el protagonista de la serie, Serguéi Bodrov hijo se convirtió en el héroe de la nueva generación. Un exsoldado viaja a San Petersburgo para visitar a su hermano, quien le pide que mate a un jefe de la mafia; entonces se desata una vorágine de asesinatos y tiroteos. Esta película explota un tipo de personaje nuevo muy representativo de la Rusia de los años 90: el del delincuente honesto. El aspecto moral desaparece de la trama: Danila mata personas y tiene un comportamiento agresivo, pero también tiene su verdad y su propio código de honor, el cual queda recogido en estas palabras: “quien tiene la verdad tiene la fuerza”.

En el año 2000 apareció la secuela Hermano 2. En esta ocasión Danila viaja a EE UU y se enfrenta a numerosos problemas para descubrir que ningún país es mejor que Rusia, mientras que su hermano, atraído por el sueño americano, decide quedarse en EE UU. Además, la música despierta el lado más emocional del personaje, en especial su grupo favorito, Nautilus Pompilius, cuyas canciones se incluyen en la banda sonora. La música es como un faro en medio de este océano de violencia.

Anastasía Gorbátova

Doce films rusos deliciosamente raros

1. Kin-dza-dza! (Кин-дза-дза!) 1986

Grotesca, irreverente y sobre todo divertida. Giorgi Danielia, director de “Mimino”, “Afonia” o “Yo paseo por Moscú”, realizó en el ocaso de su carrera su película más rara: Kin-dza-dza, una parodia de la naturaleza humana en forma de distopia cinematográfica. Vladimir Moshkov, constructor, y Gedevan Aleksidze, estudiante, son tele-transportados al planeta Kin-dza-dza por error y para volver a la tierra tendrán que cambiar fósforos por “gravidsapas”. Los diálogos de la película son tan disparatados que con frecuencia aparecen en conversaciones cotidianas. Una advertencia: no salgas a la calle después de ver Kin-dza-dza ya que corres el riesgo de abrir los brazos y gritar “ku!”.

2. Yo soy Cuba (Я Куба) 1964

“Yo soy Cuba” es a la revolución de los barbudos lo que “El Acorazado Potemkim” a lo bolchevique: una obra de arte que casi nos convence de la legitimidad del cambio de régimen. La película cuenta con una importante participación cubana, y sobre todo con dos de las figuras más importantes del deshielo cultural soviético de los 60: Mijaíl Kalatozov (director) y Evgueni Evtushenko (co-guionista). Tras la disolución de la Unión Soviética personalidades como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola o Guillermo Cabrera Infante expresaron su admiración por una película exquisita pero olvidada por el devenir de la historia humana.

3. El hombre anfibio (Человек-амфибия) 1962

La película vendió 66 millones de tickets en 1962, para preocupación de las autoridades soviéticas. Consolidó la tendencia marcada por “Los tres mosqueteros” y “La reina de las gitanas”: la gente prefería ver películas divertidas con romances entre guapos protagonistas antes que aburridos films sobre la vida de Lenin.

La película está basada en la novela homónima de Alexánder Beliaev y se rodó en Crimea y Bakú; la historia va sobre un humano que habita en el fondo del mar y decide abandonar su hábitat natural para conquistar a su amada.

4. Sobre monstruos y hombres (Про уродов и людей) 1998

Entre “Brat” y “Brat 2”, Alexéi Balabanov realizó una película marcadamente extraña y repleta de simbología, erotismo y elementos post soviéticos. En tonos sepia y lenguaje alegórico, “Sobre monstruos y hombres” refleja las lesiones espirituales producidas por el auge del capitalismo y la decadencia social en Rusia. Una obra maestra con seductores elementos masoquistas y perversos.

5. Ciudad Cero (Город Зеро) 1988

Película desconcertante y seminal. El ingeniero Varakin se traslada de Moscú a provincias para una “komandirovka” (viaje de trabajo) y tras enigmáticos episodios descubre que no le va resultar fácil salir de allí.

6. El circo (Цирк) 1936

Las dos estrellas de los musicales soviéticas, Grigori Alexandrov (director) y Liubov Orlova (actriz) brillaron en la sui generis “El circo”. Marion Dixon, artista norteamericana, tiene que huir de Estados Unidos y Alemania, donde es perseguida por haber tenido un hijo negro. En un gesto de generosidad, será el pueblo soviético quien la acoja sin hacer distinción étnica alguna.

7. Vokalnye Parallelli (Вокальные Параллели) 2005

Producción kazajo-rusa, dirigida por Rustam Jamdamov y escrita y protagonizada por Renata Litvinova. La trama gira en torno a una joven cantante que va encontrándose con viejas glorias de la ópera soviética. No obstante, la porosa historia transpira erotismo y plasticidad, y el mayor logro de la película es su magnetismo estético.

8. Los primeros en la luna (Первые на Луне) 2005

Falso documental de Alexéi Fedorchenko sobre el supuesto intento soviético de llegar a la luna en los años 30. Durante la producción de la película algunos medios de comunicación rusos especularon sobre la autenticidad de la historia, e incluso ganó el premio al mejor documental del Festival de Venecia. “Los primeros en la luna” es una ficción en forma de documental, en la que se caricaturiza sobre la creación y destrucción de héroes durante el régimen soviético.

9. Polvo (Пыль) 2005

Otra película desconcertante, aunque en este caso con un tono post-moderno y low-fi. Grabada con cámara digital y sin apenas presupuesto, el resultado es admirable y el monólogo final de Piotr Mamonov es de los que no se olvidan. Dirigida por Serguéi Loban y con guión de Marina Potapova, la historia va de un obeso de 24 años que se vuelve adicto a unas pantallas donde aparece musculoso y delgado.

10. Síndrome de astenia (Астенический синдром) 1989

Película incómoda de ver a pesar de la seducción estética de sus imágenes. Kira Muratova muestra la fatiga del pueblo soviético a través de varias historias cargadas de decadencia y debilidad humana.

11. Particularidades de la pesca nacional (Особенности национальной рыбалки) 1998

Antes de conseguir el éxito comercial con “Kukushka”, Alexander Rogozhkin realizó varios ensayos cinematográficos con el argumento común “Particularidades nacionales” de la política, la caza o la pesca. Esta última es la más divertida: un joven investigador finés interesado en la tradición rusa de caza y pesca participa en una excursión organizada por militares y policías en Karelia. Durante el largo fin de semana no logran pescar ni un pez, pero acaban con 15 cajas de vodka.

12. Ménage à trois (третья мещанская) 1927

En un pequeño piso de Moscú vive una joven pareja; sin embargo el marido no presta mucha atención a su mujer y ésta no soporta las tareas domésticas. Tras encontrarse con un viejo amigo sin alojamiento, el marido invita a éste a que duerma unos días en el sofá de su casa. La historia a tres acabará con un aborto, tema por primera vez mostrado en el cine. Dirigida por el lituano Abram Room, y prohibida en Inglaterra, la película retrata la clase urbana soviética y sus comportamientos sexuales con una franqueza desconocida en la época.

By Fran Martínezes.rbth.com

En twitter: @fm_fronteraazul

Al Borde del Spoiler: La resurrección de Frankenstein. (1990)

Al Borde del Spoiler: La resurrección de Frankenstein. (1990) de Roger Corman.

El productor, guionista y director Roger Corman trasladó la novela “Frankenstein desencadenado” de Brian W. Aldiss a la pantalla contando con John Hurt, Raul Julia, Nick Brimble, Bridget Fonda y Jason Patrick, además de la participación de  Michael Hutchence, como principales protagonistas de esta historia de ciencia-ficción ambientada en el año 2031.

Desde esta época, un científico viajará en el tiempo para toparse con Lord Byron, Percy Shelley, Mary Shelley y Victor Frankenstein, quien se encuentra en pleno proceso de experimentación para crear un nuevo ser vivo.

Al Borde del Spoiler: La resurrección de Frankenstein. (1990)

Brian Wilson Aldiss, (Norfolk, 18 de agosto de 1925) es un escritor inglés, uno de los principales representantes de la llamada Nueva ola de la ciencia ficción británica. Tras estudiar en la West Bucklon School de Devon y en el Framlingham College de Suffolk, Aldiss participó en la Segunda Guerra Mundial y ejerció la profesión de librero en la ciudad de Oxford.

Desde mediados de los años 50 escribió novelas y relatos cortos, debutando en el campo de la ciencia-ficción con la novela “Viaje al infinito (Non-Stop)” (1958). Más tarde publicó títulos como “Los Oscuros Años Luz (Dark light years)” (1964), “Un Mundo Devastado (Earthworks)” (1965), “Criptozoico (Cryptozoic!)” (1967), “Comic Inferno” (1973), “Frankenstein Desencadenado (Frankenstein unbound)” (1973), “La Otra Isla Del Doctor Moreau (Moureau’s other island)” (1980), “Drácula Desencadenado (Dracula unbound)” (1990) o la trilogía de “Helliconia”, redactada a comienzos de los años 80.

Al Borde del Spoiler: La resurrección de Frankenstein. (1990)

En 1973 escribió la novela “Frankenstein desencadenado”, en ella cuenta como la guerra nuclear del 2020 rasga la realidad espacio-temporal. El tiempo deja de ser lineal y el espacio puede sufrir abruptas modificaciones. En este contexto Joseph Bodenland es partícipe en uno de estos desdoblamientos, encontrándose súbitamente en la Suiza de 1816. Aquí conoce por un lado al Doctor Frankenstein y sus experimentos justo antes del asesinato de su pequeño hermano en manos de su criatura; por otra parte conoce a la autora del clásico libro Frankenstein, Mary Shelly. De esta manera, la realidad histórica y la fantasía se mezclan en forma incomprensible para el protagonista. Para tratar de evitar que el monstruo cause más daños, Bodenland elimina al Dr. Frankenstein (quien a parte de crear una mujer, busca desarrollar un tercer monstruo que los elimine ambos) e inicia una persecución que lo llevará a lo que parece ser la última ciudad humana en un futuro lejano, donde se enfrentará al monstruo Frankenstein y sus compañeros en un duelo final y perdido.

Como escritor de ciencia-ficción el prolífico Brian Aldiss ha logrado numerosos galardones, como el premio Nebula, el Hugo, el John W. Campbell o el nombramiento de Gran Maestro de la Ciencia-Ficción, título que recibió en el año 1999.