Mes: marzo 2021

Detrás de las cámaras: El bueno, el feo y el malo (1966)

Detrás de las cámaras: El bueno, el feo y el malo (1966)

Fotografías promocionales con Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef para el famoso spaghetti western titulado «El bueno, el feo y el malo» (Sergio Leone, 1966). Las fotografías fueron tomadas en Burgos, durante el rodaje de la película entre Salas de los Infantes y Covarrubias.

Detrás de las cámaras: El bueno, el feo y el malo (1966)
Detrás de las cámaras: El bueno, el feo y el malo (1966)
Detrás de las cámaras: El bueno, el feo y el malo (1966)

Carteleras de libro: Portadas de libros de bolsillos

Carteleras de libro: Portadas de libros de bolsillos de la Editorial Astri, para su colección Grandes Aventuras.

Carteleras de libro: Portadas de libros de bolsillos

La Editorial Astri fue un sello editorial barcelonés fundado en 1985 para la edición de bolsilibros, destacando la colección paródica Indiana James. Comenzó a editar tebeos en 1987, continuando colecciones de autores españoles ya iniciadas por otros editores (de Manel, de Boix), y se especializó en la traducción de tebeos eróticos y pornográficos italianos, entre los que destacaron algunos títulos como Hessa o Pig.

Lanzó, con escaso éxito, una revista satírica de actualidad titulada TC, en 1988. Cesó la edición de 1999, año en que relanzó historietas ya publicadas bajo otros títulos y recopilatorios. 

Carteleras de libro, portadas de libros de bolsillos de la Edtorial Astri, para su colección Grandes Aventuras.
Carteleras de libro, portadas de libros de bolsillos de la Edtorial Astri, para su colección Grandes Aventuras.
Carteleras de libro, portadas de libros de bolsillos de la Edtorial Astri, para su colección Grandes Aventuras.
Carteleras de libro, portadas de libros de bolsillos de la Edtorial Astri, para su colección Grandes Aventuras.
Carteleras de libro, portadas de libros de bolsillos de la Edtorial Astri, para su colección Grandes Aventuras.
Carteleras de libro, portadas de libros de bolsillos de la Edtorial Astri, para su colección Grandes Aventuras.

Breve Historia Desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin

mago Robert-Houdin

Breve historia desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin

Entre las joyas más preciadas de las que se apoderó la corona francesa estaba el territorio de Argelia. La conquista había comenzado en 1830, pero el país no fue completamente sometido hasta la década de 1840. Durante los años de la siguiente década volvieron a surgir problemas. Una secta religiosa estaba alzando a las poblaciones, empleando sus «poderes mágicos» para provocar miedo y respeto. Un morabito, (del árabe مُرابِط murābiṭ, también llamado مربوط marbūṭ) típicos de los países del Magreb, es una persona considerada especialmente pía a la que popularmente se atribuye cierta santidad. Estos utilizaban trucos y conjuros de todo tipo, que hoy son conocidos popularmente por los espectáculos de artistas de variedades e ilusionistas, pero que en una población de bajo nivel cultural podía llegar a asombrar y temer. Bajo el liderazgo de Zoras al khatim fueron consiguiendo cada vez mayor número de adeptos entre la población argelina sometida, y estaban dispuesto a seguir la llamada a las armas contra la potencia colonial.

Breve historia desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin

En lugar de lanzar una respuesta militar amplia y sangrienta que podía provocar que la situación se agravara, el gobierno francés decidió combatir a los marabitos jugando a su propio juego. Así, el emperador del Segundo Imperio Francés, Napoleón III comicionó a Jean-Eugène Robert-Houdin a Argelia; el mago más grande de su época, para emprender un combate mágico con los marabitos, o al menos impresionar tanto a los nativos con su espectáculo que opacase por completo a sus hechiceros locales.

Robert-Houdin es una figura fundamental de la historia de la magia. Su influencia fue tal que se le suele llamar actualmente «el padre de la magia moderna». Nació en Blois, Francia el 6 de diciembre de 1805, era hijo de relojero y se convirtió en experto manipulador de mecanismos. Al mismo tiempo, aumentaba su interés por la magia, los conjuros y el ilusionismo. Finalmente, a la edad de cuarenta años, abandonó su oficio y se convirtió en un intérprete de magia a tiempo completo. Como mago, destacó por hacer de la magia una profesión respetable, sacándola de las calles y las ferias ambulantes para llevarla a los escenarios teatrales. En lugar de vestir túnicas exóticas llevaba un traje con corbata negra y, pese a que sólo actuó por unas décadas, inventó múltiples trucos nuevos empleando tecnologías arcaicas y modernas. Su pericia con los relojes lo condujo a crear ingeniosos autómatas, al tiempo que su profundo interés en la ciencia posibilitó que fuera capaz de desarrollar trucos basados en tecnologías recientes como el electromagnetismo. Precisaría hacer uso de todo su arsenal de trucos y artilugios para contener la incipiente revolución argelina.

Breve historia desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin

En 1856, Robert Houdin llegó a Argel y fue contratado por un teatro local. Una publicidad intensiva por parte de las autoridades francesas aseguró que asistiesen todas las figuras locales influyentes, así como tantos espectadores entre la gente común como cupiesen en el nutrido auditorio. todos ansiosos por ver al gran mago francés. Robert Houdin había planeado su acto con esmero a fin de incluir una serie de trucos que se instalasen en la mente de todos los argelinos que estaban organizando la insurrección. En su propia descripción de la expedición a Argelia, el mago narró cómo empezó con su rutina estándar haciendo aparecer monedas de sus manos vacías, pero pronto pasó a hacer aparecer una bala de cañón en su sombrero. Entonces realizó una variante de unos de sus trucos característicos, la botella imposible de vaciar, con un tazón de confitura. En otro truco llamó al escenario a uno de los líderes rebeldes e hizo que le sangrara la sombra.

Breve historia desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin

Pero su mayor efecto era un truco que él mismo denominaba «El baúl liviano y pesado». Invitaba a subir a escena al hombre más forzudo de la audiencia y le pedía que alzase un baúl de madera lo bastante pequeño para que pudiese levantarlo un hombre liviano. Luego aseguraba haber hipnotizado al hombre y le pedía que volviese a intentarlo. Para su espanto, el forzudo descubría que era incapaz de mover el baúl e incluso se veía forzado a desistir. Según Robert Houdin huía del teatro horrorizado. La clave de este truco era un fenómeno poco conocido en la época de electromagnetismo. El baúl tenía una placa metálica oculta en su base.

Tal como se pretendía, semejantes trucos sorprendieron y dejaron atónita a la audiencia, y al fin su actuación había conquistado la atención de un poderoso sheij local, Bou Allem ben Shenfa Bash Aga, quien lo invitó para que ofreciese una función especial. El éxito del francés ya había contribuido a disminuir el entusiasmo por una eventual revuelta, pero todavía necesitaba impresionar al sheij Bou Allem y calmar los ánimos de los antagónicos marabitos del sheij.

Breve historia desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin

Robert Houdin entretuvo al sheij y sus subordinados con trucos de manos, pero los marabitos le acusaron de ser un fraude. El indignado marabito se sintió humillado y retó al francés a un duelo, reclamando el derecho a efectuar el primer disparo. Robert Houdin accedió, pero le pidió tiempo para prepararse, alegando que debía regresar a Argel para recoger un talismán mágico. A la mañana siguiente tuvo lugar el duelo. El marabito disparó en primer lugar, pero quedó tieso al ver como el francés capturaba la bala entre sus dientes. Cuando le tocó el turno al mago para disparar, apuntó contra una pared, de la que empezó a brotar sangre al instante de recibir la bala. Había conseguido cambiar los proyectiles verdaderos por otros falsos de su propia invención.

Los trucos dieron su fruto, y la amenaza de una rebelión en Argelia se echó atrás. los marabitos creyeron que su autoridad había quedado debilitada al enfrentarse con la magia muy superior de la colonial francesa. Robert Houdin recibió un rollo de pergamino decorado en reconocimiento de sus servicios al evitar sin derramamiento de sangre una posible revolución. Regresó a su retiro y escribió sus memorias, que inspirarían más tarde a una nueva generación de ilusionistas, incluyendo a un húngaro-estadounidense llamado Erich Weiss, quien luego cambiaría su nombre por el de Houdini en honor a su héroe.

Breve historia desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin

En lugar de enfrentar una rebelión, el gobierno francés consiguió consolidar su gobierno en Argelia, y a la larga, parte de la misma se convertiría en un distrito metropolitano de Francia. que no quitaría sus garras de Argelia hasta loas sangrientas luchas en los conflictos de la guerra de liberación que duró ocho años. El 18 de marzo de 1962 el gobierno francés y el FLN (Frente de Liberación Nacional) firmaron los Acuerdos de Evian que establecieron un alto el fuego y la convocatoria de un referéndum de autodeterminación. Argelia obtuvo la independencia el 5 de julio de 1962, y las primeras elecciones generales del mes de septiembre.

Breve Historia Desconocida: Rats pits: Cazadores de ratas.

Breve historia desconocida: Rats pits: Cazadores de ratas.

“¡Ratas! Desafiaban a los perros y mataban a los gatos; mordían se comían los quesos de los moldes y sorbían la sopa del mismísimo cucharón del cocinero; abrían los toneles de sardinas en salmuera, anidaban en los sombreros de paseo de los hombres y hasta estropeaban las charlas de las mujeres, ahogando las voces con chillidos estridentes que cubrían una gama de cincuenta sostenidos y bemoles” Robert Browning

En los países más desarrollados, el cometido del cazador de ratas ya no existe, aunque aún se conserva en lugares como la India. En Europa, mantener estable la población de ratas era una necesidad ya que así se prevenían enfermedades del estilo de la Peste Negra y se evitan daños en el aprovisionamiento de víveres. Aunque estos cazadores de ratas no estaban exentos de riesgos. Ellos eran los más expuestos a las enfermedades. Cualquier pequeño mordisco de los animales podía ser mortal. Entre ellos también existieron la picaresca y las excentricidades: algunos introducían ellos mismos las ratas en las ciudades para luego exterminarlas y ganarse su jornal; otros practicaban peleas de ratas, enfrentando algunos fieros ejemplares que habían capturado, contra otros; y unos cuantos tuvieron ratas amaestradas, recogidas desde crías y tomadas como mascota.

Perros contra ratas “Rat Pits” (Pozos de Ratas). Cazadores de ratas

Las ratas eran muy abundantes en la época victoriana. En una ciudad de tamaño medio, las condiciones higiénicas y el agua potable eran muy escasas, así como cundían las enfermedades y los robos estaban a la orden del día. En una sola casa en Londres, un cazador atrapó setecientas ratas. Todo el mundo necesitaba a los cazadores de ratas, y el más famoso en su tiempo fue Jack Black, cazador por la gracia de su majestad la Reina Victoria. Este era un buen negocio, y había mucho dinero que ganar. Las ratas eran un buen negocio. Se podían capturar vivas y después venderse a personas de los bajos fondos, quienes estarían dirigiendo un “rat-pitch” ilegal.

Perros contra ratas, diversión en la Inglaterra Victoriana. Cazadores de ratas.


Los cazadores de ratas utilizaban un sinfín de técnicas para desarrollar con éxito sus tareas. Capturaban a los bichos con sus propias manos, ponían trampas o utilizaban a perros. Revisaban a fondo los agujeros más oscuros, que siempre eran los favoritos de los roedores, ya que eran personas muy meticulosas. El pago se hacía después, cuando habían acabado con las ratas, y solían cobrar en función del número que habían eliminado. En aquella época existía el veneno. Cada cazador hacía su propio veneno, con una receta secreta, y podía venderlo en espacios públicos, como mercados, porque por entonces las ratas eran un problema muchísimo más grave que en nuestros días. Solía llevar una jaula con muchas, muchas ratas dentro. Y para probar la eficacia de su veneno casero, cogía a una, le hacía tragar un poco y el público esperaba al desenlace. Pero, matar a las ratas con veneno era muy fácil. Lo que hacía al trabajo uno de los peores de su época era cuando había que atraparlas vivas. Porque, para capturarlas con vida lo hacían con la mano. Los cazadores atraían a las ratas empapándose las manos con una sustancia de olor dulce. Esto implicaba que las ratas les mordían y mucho. Así pues, como es evidente, muchos cazadores contraían terribles infecciones debido a los mordiscos. Habría que ser un idiota para meter una mano desnuda en una ratonera, los cazadores atrapaban a las ratas de oídas, y nunca sabían lo que habría al otro lado de su mano. En el fondo era bastante terrorífico, pero la necesidad de la época hacía que la gente no tuviera más remedio para poder ganar unas peniques.

Rat Pits. Pozos de Ratas..  Cazadores de ratas

Así pues aprovechando estas circunstancias, en el Londres de la época Victoriana, llegó a convertirse en uno de los mayores entretenimientos para la población las peleas de animales. En los conocidos Pozos de ratas (Rat-Baiting o Rat- Pits),  un “rat-pitch” era un espacio donde se organizaban peleas ilegales de perros contra ratas, donde la gente apostaba mucho dinero por el número de ratas que podría atrapar el cánido.  Consistía en introducir a un perro en una fosa infestada de ratas, con el propósito de aniquilar al mayor número posible de éstas. Se tiene constancia de que uno de estos establecimientos, que llevaba a cabo apuestas legales, compraba quinientas ratas a la semana, lo que harían veintiséis mil al año. Fueron unos de los entretenimiento más populares.  Estas diversiones tendrían su punto final en el “acta contra la crueldad animal” decretada en 1835, pero aún así, esta modalidad escapó a la prohibición por ser considerado un juego de apuestas.

Hubo gran cantidad de estos rat-pit por todo el Reino Unido, y especialmente en Londres, donde todas las noches se celebraban estos peculiares eventos donde se efectuaban importantes apuestas. Las normas no eran complicadas. Aunque había diversas modalidades, básicamente ganaba aquel perro que más ratas mataba en menor cantidad de tiempo. Así, se llegaron a calcular que cinco segundos por rata era una media bastante aceptable, y quince ratas por minuto una marca difícil de superar, aunque ya veremos que está marca se superó ampliamente. Para llegar a estos tiempo a los perros se les entrenaba concienzudamente para que sus mordiscos fueran rápidos y letalmente precisos, ya que se daba el caso de las ratas heridas no valían, sólo computaban para el resultado final las totalmente muertas.

Pese a el entrenamiento, los perros también sufrían lesiones en sus enfrentamientos, principalmente a causa de los mordiscos de los rodeadores en hocico y orejas. Se podía llegar al caso de causar lesiones más severas y bastante comunes entre estos perros, era quedarse tuerto.
Como en todas las competiciones, también hubo grandes campeones de renombre. El más famoso de todos fue un Bull Terrier de 12 kg, que respondía al nombre de Billy. Quien fue el primer perro en llegar a matar 100 ratas en menos de 6 minutos. Exactamente paró el reloj en cinco minutos treinta segundos, es decir, a una media de 3,3 segundos por rata.

Perros contra ratas “Rat Pits” Cazadores de ratas

Tan sólo hubo otro perro que consiguió hacer de sombra a Billy, este fue un perro llamado Jacko, otro Bull Terrier que consiguió rebajar la marca de las 100 ratas en 2 segundos (5,28 minutos) y también ser el perro en conseguir una media más rápida. Logró acabar con 60 ratas en 2 minutos 42 segundos lo que equivale a 1 rata cada 2,7 segundos. Debido al éxito y a la proliferación de estos espectáculos por todo el país, e incluso en las colonia de ultramar, donde llegaban a morir unas enormes cantidades de ratas cada noche, trajo consigo una gran demanda de estos animales, por lo que no tardaron en aparecer suministradores especializados, los conocidos como Rat-Catcher (Cazadores de ratas).

Rat Baiting | Cazadores de ratas

Quien más renombre consiguió entre sus contemporáneos, como ya se ha comentado, fue Jack Black, un peculiar personaje que presumía de tener las mejores y más limpias ratas de campo, eran las preferidas por los criadores de perros, pues sus mordiscos no transmitían enfermedades. Y para demostrarlo no tenía reparos en meter su mano desnuda en una jaula repleta de sus ratas y dejarse morder. Prueba que los rat-Catcher menos honestos no se atrevían a realizar. Black se había preparado su propio uniforme con una chaqueta escarlata, un chaleco, unos calzones y un gran cinturón de cuero remachado con formas de ratas hechas de hierro fundido. Henry Mayhew, el escritor, investigador y periodista inglés, escribió sobre él en su obra London Labour and London Pour. Ahí explicaba que Jack Black estuvo a punto de morir de infección en varias ocasiones debido a los mordiscos que la ratas le habían propiciado. Este cazador de ratas fue un paso más allá y se transformó, también, en criador. Cuando encontraba ejemplares de colores diferentes, de pelajes especiales, los criaba para establecer nuevas variedades de color. Después los domesticaba y los vendía como mascotas. Sus mejores clientes eran las señoritas de la alta sociedad, que metían a sus nuevas ratitas en jaulas de ardilla. También criaba perros y tuvo un terrier que le ayudaba a dar caza a los roedores. Jack Black era casi tan peculiar como el cuento del Flautista de Hamelín. La fama de Jack-Black entre las clases pudientes fue tal, que llegó vender ratas incluso a la mismísima reina Victoria, quien tenía la extraña afición de tener ratas como mascotas.


Esta tradición entre apuestas y deporte continuó hasta el año 1912,  al menos legalmente, año en el que se celebraron los último Rat-Pit en Inglaterra, ya que finalmente la actividad fue totalmente prohibida y la profesión de rat-Catcher comenzó a perder sentido hasta que finalmente se perdió