Breve historia desconocida: El duelo del mago Robert-Houdin
Entre las joyas más preciadas de las que se apoderó la corona francesa estaba el territorio de Argelia. La conquista había comenzado en 1830, pero el país no fue completamente sometido hasta la década de 1840. Durante los años de la siguiente década volvieron a surgir problemas. Una secta religiosa estaba alzando a las poblaciones, empleando sus «poderes mágicos» para provocar miedo y respeto. Un morabito, (del árabe مُرابِط murābiṭ, también llamado مربوط marbūṭ) típicos de los países del Magreb, es una persona considerada especialmente pía a la que popularmente se atribuye cierta santidad. Estos utilizaban trucos y conjuros de todo tipo, que hoy son conocidos popularmente por los espectáculos de artistas de variedades e ilusionistas, pero que en una población de bajo nivel cultural podía llegar a asombrar y temer. Bajo el liderazgo de Zoras al khatim fueron consiguiendo cada vez mayor número de adeptos entre la población argelina sometida, y estaban dispuesto a seguir la llamada a las armas contra la potencia colonial.
En lugar de lanzar una respuesta militar amplia y sangrienta que podía provocar que la situación se agravara, el gobierno francés decidió combatir a los marabitos jugando a su propio juego. Así, el emperador del Segundo Imperio Francés, Napoleón III comicionó a Jean-Eugène Robert-Houdin a Argelia; el mago más grande de su época, para emprender un combate mágico con los marabitos, o al menos impresionar tanto a los nativos con su espectáculo que opacase por completo a sus hechiceros locales.
Robert-Houdin es una figura fundamental de la historia de la magia. Su influencia fue tal que se le suele llamar actualmente «el padre de la magia moderna». Nació en Blois, Francia el 6 de diciembre de 1805, era hijo de relojero y se convirtió en experto manipulador de mecanismos. Al mismo tiempo, aumentaba su interés por la magia, los conjuros y el ilusionismo. Finalmente, a la edad de cuarenta años, abandonó su oficio y se convirtió en un intérprete de magia a tiempo completo. Como mago, destacó por hacer de la magia una profesión respetable, sacándola de las calles y las ferias ambulantes para llevarla a los escenarios teatrales. En lugar de vestir túnicas exóticas llevaba un traje con corbata negra y, pese a que sólo actuó por unas décadas, inventó múltiples trucos nuevos empleando tecnologías arcaicas y modernas. Su pericia con los relojes lo condujo a crear ingeniosos autómatas, al tiempo que su profundo interés en la ciencia posibilitó que fuera capaz de desarrollar trucos basados en tecnologías recientes como el electromagnetismo. Precisaría hacer uso de todo su arsenal de trucos y artilugios para contener la incipiente revolución argelina.
En 1856, Robert Houdin llegó a Argel y fue contratado por un teatro local. Una publicidad intensiva por parte de las autoridades francesas aseguró que asistiesen todas las figuras locales influyentes, así como tantos espectadores entre la gente común como cupiesen en el nutrido auditorio. todos ansiosos por ver al gran mago francés. Robert Houdin había planeado su acto con esmero a fin de incluir una serie de trucos que se instalasen en la mente de todos los argelinos que estaban organizando la insurrección. En su propia descripción de la expedición a Argelia, el mago narró cómo empezó con su rutina estándar haciendo aparecer monedas de sus manos vacías, pero pronto pasó a hacer aparecer una bala de cañón en su sombrero. Entonces realizó una variante de unos de sus trucos característicos, la botella imposible de vaciar, con un tazón de confitura. En otro truco llamó al escenario a uno de los líderes rebeldes e hizo que le sangrara la sombra.
Pero su mayor efecto era un truco que él mismo denominaba «El baúl liviano y pesado». Invitaba a subir a escena al hombre más forzudo de la audiencia y le pedía que alzase un baúl de madera lo bastante pequeño para que pudiese levantarlo un hombre liviano. Luego aseguraba haber hipnotizado al hombre y le pedía que volviese a intentarlo. Para su espanto, el forzudo descubría que era incapaz de mover el baúl e incluso se veía forzado a desistir. Según Robert Houdin huía del teatro horrorizado. La clave de este truco era un fenómeno poco conocido en la época de electromagnetismo. El baúl tenía una placa metálica oculta en su base.
Tal como se pretendía, semejantes trucos sorprendieron y dejaron atónita a la audiencia, y al fin su actuación había conquistado la atención de un poderoso sheij local, Bou Allem ben Shenfa Bash Aga, quien lo invitó para que ofreciese una función especial. El éxito del francés ya había contribuido a disminuir el entusiasmo por una eventual revuelta, pero todavía necesitaba impresionar al sheij Bou Allem y calmar los ánimos de los antagónicos marabitos del sheij.
Robert Houdin entretuvo al sheij y sus subordinados con trucos de manos, pero los marabitos le acusaron de ser un fraude. El indignado marabito se sintió humillado y retó al francés a un duelo, reclamando el derecho a efectuar el primer disparo. Robert Houdin accedió, pero le pidió tiempo para prepararse, alegando que debía regresar a Argel para recoger un talismán mágico. A la mañana siguiente tuvo lugar el duelo. El marabito disparó en primer lugar, pero quedó tieso al ver como el francés capturaba la bala entre sus dientes. Cuando le tocó el turno al mago para disparar, apuntó contra una pared, de la que empezó a brotar sangre al instante de recibir la bala. Había conseguido cambiar los proyectiles verdaderos por otros falsos de su propia invención.
Los trucos dieron su fruto, y la amenaza de una rebelión en Argelia se echó atrás. los marabitos creyeron que su autoridad había quedado debilitada al enfrentarse con la magia muy superior de la colonial francesa. Robert Houdin recibió un rollo de pergamino decorado en reconocimiento de sus servicios al evitar sin derramamiento de sangre una posible revolución. Regresó a su retiro y escribió sus memorias, que inspirarían más tarde a una nueva generación de ilusionistas, incluyendo a un húngaro-estadounidense llamado Erich Weiss, quien luego cambiaría su nombre por el de Houdini en honor a su héroe.
En lugar de enfrentar una rebelión, el gobierno francés consiguió consolidar su gobierno en Argelia, y a la larga, parte de la misma se convertiría en un distrito metropolitano de Francia. que no quitaría sus garras de Argelia hasta loas sangrientas luchas en los conflictos de la guerra de liberación que duró ocho años. El 18 de marzo de 1962 el gobierno francés y el FLN (Frente de Liberación Nacional) firmaron los Acuerdos de Evian que establecieron un alto el fuego y la convocatoria de un referéndum de autodeterminación. Argelia obtuvo la independencia el 5 de julio de 1962, y las primeras elecciones generales del mes de septiembre.