Geopolitica

Breve Historia Desconocida: Naji al-Ali otro caricaturistas asesinado para acallar la verdad 

Breve historia desconocida: Naji al-Ali otro caricaturistas asesinado para acallar la verdad 

Nayi al-Ali nació en Galilea (Palestina), dentro de los actuales límites del Estado de Israel en 1936 y murió asesinado en Londres en 1987.

En 1948, durante la primera guerra árabe-israelí, la aldea fue completamente destruida y sus habitantes abandonaron el territorio del recién creado Estado de Israel. La familia de Nayi al-Ali se instaló en el campo de refugiados de Ain al-Hilwa, en el vecino Líbano.

Nayi al-Ali empezó a publicar sus dibujos en la revista panarabista Al-Hurriyya, pero fue en Kuwait, país al que emigró como muchos otros palestinos a principios de la década de 1960, donde empezó a desarrollarse como dibujante.

En aquella época, la viñeta periodística árabe se había limitado a tratar casi exclusivamente temas sociales. Nayi al-Ali, consciente según sus propias palabras del potencial agitador de la labor del dibujante, empezó a tocar sistemáticamente temas políticos como la cuestión palestina, el petróleo y su uso ilegítimo, la unidad árabe o la situación política general en el mundo árabe, haciendo hincapié en la falta de libertad, el terrorismo de Estado, la pobreza, la burocracia y la corrupción.

En los años que pasó en Kuwait, Nayi al-Ali adquirió renombre como dibujante en todo el mundo árabe. En 1974 estalló la guerra civil en el Líbano y Nayi al-Ali regresó para unirse a los fedayín palestinos, atrincherados en Beirut oeste.

Cuando en 1982 Israel invadió el Líbano y puso cerco a Beirut para forzar la salida de las fuerzas palestinas del país, numerosas personalidades palestinas, Nayi al-Ali entre ellas, se opusieron a ello considerando que la ausencia de fedayín dejaría a cientos de miles de refugiados civiles palestinos sin protección frente a las Falanges Libanesas, la organización aliada de Israel.

A pesar de ello, la OLP negoció con Israel la retirada de sus fuerzas y apenas unos días más tarde las Falanges Libanesas iniciaron una persecución contra los refugiados palestinos cuyo punto álgido fue la masacre de Sabra y Chatila, dos campos en las afueras de Beirut.

Nayi al-Ali pasó seis meses escondido en los subterráneos de la ciudad hasta que finalmente pudo volver a Kuwait. Una vez allí, denunció a los dirigentes de la OLP por lo que a su juicio tenían de responsabilidad indirecta en las matanzas. En respuesta, la dirección de la OLP y varios periódicos árabes organizaron una gran campaña de prensa en contra de Nayi al-Ali, que se plasmó en actos públicos de repudio.

Finalmente, fue expulsado de Kuwait. Ningún otro Estado árabe quiso acogerle, y Naji se exilió a Londres.

Naji al-Ali se exilia en Reino Unido. En 1987, publica un dibujo en el que aparece Handala con la leyenda “Se busca vivo o muerto”. Quince días después, frente a la sede en Londres del diario para el que trabajaba, Al Qabas, un hombre le descerraja un tiro en la cara. Tras pasar un mes en coma, el dibujante fallece el 29 de agosto de 1987. La policía detuvo después a un palestino de 28 años que acabó confesando ser un agente doble de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del servicio secreto exterior israelí, el Mossad, pero que sólo pudo ser acusado de tenencia de armas y explosivos. Aunque el asesinato provocó un incidente diplomático entre Israel y Reino Unido, oficialmente quedó sin resolver.

Otra operación humanitaria en África: Ataques de falsa bandera en Nigeria

A principios de semana saltaba la noticia a los titulares del secuestro de un numeroso grupo de niñas de una escuela nigeriana, debido al secuestro realizado por una organización islámica terrorista que opera al norte del país. Rápidamente la noticia ocupó los titulares de todos los medios mundiales y todos los líderes de las naciones occidentales acudieron al rescate de las niñas. Se orquestó una gran campaña viral y rápidamente, los líderes de las naciones democráticas ofrecieron su ayuda en forma de “ayuda logística militar” para encontrar a las cautivas.

Pero más allá del revuelo inicial, la noticia de impacto mundial deja importantes fisuras. En primer lugar la información contaba que eran 200 niñas, posteriormente pasaron a ser 233 y finalmente los medios optaron por dejar el número en 275 niñas. Usualmente este extraño engorde de cifras es un claro síntoma de ser un “evento organizado”, y que no se parte con una fuerte original clara. Seguidamente la noticia ya encontró al culpable de dicha acción. La organización terrorista islámica Boko Haram y en todos los medios decían que tendrían intenciones de venderlas en el mercado internacional, por precios que fluctuaban según la información de 8 a 15 $, o retenerlas como esclavas sexuales.

Boko Haram organizó a sus milicianos militares y se acercó a una escuela de niñas y secuestró a 200 de ellas. Pero por curioso que parezca, no hay ni testimonios ni pruebas que certifiquen este hecho. Tan sólo, el testimonio de una única alumna que consiguió escapar de la escuela salvo una “niña” de 19 años, concretamente la estudiante de ciencias Sarah Lawan, quien declaró a “un medio de comunicación” lo siguiente:

”Me duele que mis otras compañeras no se atrevieron a escapar conmigo”.

Desde Nigeria las noticias son escuetas, y apenas apuntan a nada. Los medios hablan de un país del tamaño de Venezuela, como si fuera una pequeña localidad. Desde allí, el fundador de Niger Delta Peoples Volunteer Force, Alhaji Asari Dokubo ha descrito el alboroto generado como una estafa. El polémico activista ha publicado un escueto mensaje exhortando a sus amigos sobre la circunstancia “de que ninguna niña ha sido secuestrada”. Asimismo, acusa de manifestaciones que pide literalmente la intervención de fuerzas internacionales con una riada de carteles en ingles muy bien montados y ampliados a todo color. Y en donde se llega a acusar a Xi Jinping, presidente de China de culpable indirecto del incidente.

Qué tiene que ver el presidente de China en esta historia. Curiosamente Goodluck Jonathan, Presidente de Nigeria, hace pocos meses comenzó un importante proceso de cooperación y contratos con conglomerados públicos chinos para realizar nuevas inversiones en infraestructuras nigerianas, de hecho mantuvo una importante entrevista con Xi Jinping, sobre estos acuerdos. Encuentro y decisión que no gustó en algunos países occidentales.

Así llegamos a una parte importante de esta historia. Tras casi un mes desde el secuestro, fuerzas nigerianas y con la colaboración extranjeras van a comenzar esta semana la búsqueda con equipos de alta tecnología niñas secuestradas en el estado de Borno, en el norte de Nigeria. Pero la operación comienza con numerosas críticas al gobierno nigeriano por no saber actuar ante una crisis de tal magnitud, a ojos de occidente.

Supuestamente, Boko Haram habría trasladados a las niñas a la región de Borno, en algún lugar del bosque Sambisa, cerca de la frontera con Camerún, y al norte de Nigeria. Una región que describen como de muy dificil acceso, y controlada en parte por los paramilitares de la organización.

Boko Haram fue fundado en 2002 por el clérigo musulmán Mohamed Yusuf, quien en Maiduguri, la capital del estado de Borno (noreste), llegó a construir un complejo religioso que incluía una mezquita y una escuela islámica, donde muchas familias musulmanas de bajos recursos inscribieron a sus hijos. Pero los objetivos, cual villano de película, eran mucho mayores, no era realmente establecer un centro educativo, sino un campo de reclutamiento de jóvenes que posteriormente lucharían contra el Gobierno nigeriano para instaurar un Estado regido por la “sharía” o ley islámica. Así pues en 2009 la organización islámica comenzó una campaña de atentados contra edificios gubernamentales en Maiduguri y comisarías de policía. A causa de la oleada de atentados, el gobierno nigeriano inicia una campaña militar que como resultado llevan a la detención de Mohamed Yusuf y posterior ejecución. Aunque las autoridades nigerianas aseguraron que aquello era el fin de Boko Haram, los islamistas volvieron a unirse bajo la tutela del teólogo Abubakar Shekau, actual líder de la organización, al que EEUU ha llegado a ofrecer una recompensa de 50 millones de dólares.

Desde entonces, en el noreste del país, base espiritual y de operaciones del grupo, mantienen una sangrienta campaña de ataques y atentados que han causado más de 3.000 muertos.

El conflicto con Boko Haram ha llegado a ser una de las principales críticas que tiene que aceptar el Gobierno de NIgeria, por parte de la propia sociedad civil nigeriana. Y ahora, además, por parte de la comunidad internacional. Principalmente por la pasividad pasividad sobre el rapto de las niñas. Organismos, como Amnistía Internacional acusan a las fuerzas militares de Nigeria de ignorar varios avisos sobre la entrada de la secta radical en Chibok, cuatro horas antes de que se produjera el secuestro de las niñas.

Los cuarteles del Ejército nigeriano en Damboa, ciudad a unos 35 kilómetros de Chibok, y en Maiduguri, a 130 kilómetros, recibieron avisos entre las siete de la tarde y las dos de la madrugada (hora local) del 14 al 15 de abril sobre la amenaza del grupo islamista. Sin embargo, la imposibilidad de reunir tropas debido a los escasos recursos y el temor a enfrentarse a grupos armados, a menudo mejor equipados que ellos, desalentó al Ejército, que decidió no desplegar refuerzos en Chibok esa noche, aseguró Amnistía. A esto hay que unir, que los estados del noreste, donde Boko Haram tiene más fuerza, están controlados por opositores al gobierno, por lo que existe una gran desconfianza entre los líderes locales y el gobierno central, con poco margen de maniobra en ciertas materias como la seguridad.

Ahora , con el secuestro Nigeria se encuentra en una tesitura que debe afrontar, hasta ahora ha rechazado toda las peticiones para tener bases del Africom, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en África, mientras favorece el desarrollo, todavía sin éxito, de su propio programa de drones. Así con la resiente campaña de apoyo y solidaridad por las niñas secuestradas, se está presionando al propio gobierno nigeriano internacionalmente, con la presencia de delegaciones de muchos países en Abuja, la capital, con motivo del Foro Económico Mundial celebrado en África esta semana. Como resultado de esto, Nigeria ha cedido y ha permitido la participación de asesores extranjeros en materia de seguridad para participar, inicialmente, en la búsqueda de las niñas. Se da la curiosidad que durante años, el presidente Goodluck Jonathan ha pedido a los gobiernos extranjeros, que ahora presionan y se preocupan por la seguridad de las niñas “apoyar los esfuerzos del Gobierno nigeriano” contra Boko Haram, “ayuda” entendida como fondos económicos que nunca han llegado. Y pueden que lleguen acompañados de contingentes humanitarios internacionales, que permanecerán en el país.

Como ya ocurrió hace cuatro años en Kenia, y la campaña medíatica contra Kony, por causas muy similares a esta. la presencia de tropas de EEUU estarán justificadas como una parte de la campaña humanitaria.

@WormHolePro

Comparando la España imperial con los EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte X)

Comparando la España imperial con los EE.UU.: Una historia de dos Historias (Parte X) – Blogs en RT

Respondiendo nuevamente al argumento del señor James P. Pinkerton, autor y comentarista político de Fox News, de que “los españoles, víctimas de agresión en casa, se convirtieron en los victimarios (homicidas) en el extranjero”, refiriéndose dicho autor al papel que España jugó en la conquista del Nuevo Mundo, deseo profundizar un poco más en las ideas religiosas que inspiraban a los anglosajones durante su conquista y ocupación de Norteamérica y en este sentido en la influencia ejercida por el Viejo Testamento de la Biblia. La cita que hago del señor Pinkerton aparece en su artículo titulado ‘Yesterday’s Spain, Today’s America’ (‘La España de ayer, la América [EE.UU.] de hoy’), publicado en la revista estadounidense ‘The American Conservative’ (‘El conservador americano’).

Breve Historia Desconocida: Mark Thatcher, el hijo díscolo de la Dama de Hierro

Sir Mark Thatcher, hijo de la que fuera primera ministra británica, y recientemente fallecida, Margaret Thatcher, fue detenido el 24 de agosto de 2004 en Ciudad del Cabo (suroeste de Sudáfrica) por su presunta implicación junto a un grupo de mercenarios en un intento de golpe de estado en Guinea Ecuatorial.

En 2009 el mercenario británico Simon Mann, que incluso llegó a acusar al ex presidente español José María Aznar de participar en el golpe de estado de contra Teodoro Obiang, acusó a su vez al hijo de Margaret Thatcher. Mann dijo en declaraciones al diario The Guardian que pensaba denunciar ante la justicia a Sir Mark Thatcher y al empresario Eli Calil, como anteriormente ya hiciera en su declaración a Scottland Yard.

Durante el juicio al que fue sometido en Guinea, Mann, ex capitán del SAS (Special Air Service), ex alumno del aristocrático colegio de Erton y millonario, aseguró haber sido reclutado por el hijo de la ex primera ministra. Según su testimonio, Thatcher le presentó al multimillonario Calil en una reunión en Londres. “Por lo que a mí respecta, estoy impaciente de que Calil, Thatcher y otros más se enfrenten a la justicia”, afirmó en se momento Mann al diario británico.

El fallido golpe de estado en Guinea Ecuatorial del año 2004 demuestra una realidad de nuestros días, el de mercenarios que trabajan al servicio de cheques y comisión de los intereses de las altas esferas de empresas, compañías y estados, todos ellos en una malas de relaciones, todas ellas fuera del llamado derecho internacional. En este caso concreto, la trama es orquestada por un multimillonario, Eli Calil, y ejecutada por el ya nombrado Michael Mann, involucrando a personalidades como Lord Jeffrey Archer y, al protagonista de este relato Sir Mark Thatcher, el hijo de la Dama de Hierro.

Mark Thatcher fue juzgado por su apoyo al intento de golpe de estado, por aquella época, 2004, vivía en Sudáfrica, y era muy amigo de Simon Mann. Ambos compartían una vida de coches de lujo, mansiones y fiestas en Ciudad del Cabo. Eran parte de la jet set local. El único hijo varón de Margaret Thatcher nunca destacó por sus logros intelectuales. No consiguió superar los exámenes finales de la universidad para poder graduarse como contable. Quienes lo conocían afirman que no era “demasiado brillante”. Durante una edición del rally París-Dakar pasó seis días perdido en el desierto.

Pero tener una buena familia, y que tu madre fuera la primer ministro del Reino Unido ayuda a tener contactos. Estos contactos le sirvieron para conseguir su propia fortuna. Así en 1981, mientras su madre realizaba una visita de estado a Omán, Mark aprovechó para cerrar un contrato de 600 millones de dólares para construir la universidad de aquel país.

Su esfuerzo en la labor de intermediario en una operación de ventas de armamento por un montante 25 mil millones de dólares a Arabia Saudí, le permitió recibir una comisión bastante suculenta, nada menos que 15 millones de dólares, y estamos hablando de la década de los ochentas. Otra transacción del mismo calibre, en este caso, venta de armamento al sultán de Brunei terminó por convertirlo en multimillonario, esta operación desató incluso un escándalo en el Reino Unido, llegando el caso incluso al parlamento británico.

En su papel como elemento encargado de financiar el golpe de estado, Thatcher no aportó el dinero directamente a Logo Logistics, sino a una empresa intermediaria, Triple A. La trama venía de mucho antes, del momento en que tras abandonar Sandline International en el año 2000, la compañía de mercenarios con la que había traficado con armas en Sierra Leona, Simon Mann, creó Logo Logistics, empresa con la que recaudaría el dinero necesario para llevar a cabo la operación en Guinea.

Así Mark Thatcher hizo un primer pago de 275 mil dólares el 6 de enero y otro de 250 mil el 16 de enero de 2004, apenas dos meses antes del golpe. Desde allí, cien mil dólares fueron transferidos a Simon Mann. La cantidad estimada para la operación alcanzaba los cinco millones de dólares. Eso incluía los pagos a los lobistas que en Washington intentarían vender a Severo Moto, quien debería de suceder a Obiang en el poder, vendiéndolo como la persona que terminaría con los abusos del dictador.

También implicaba el alquiler de los aviones, la compra de las armas y el sueldo de los 85 mercenarios que participarían en la operación. Por su parte Eli Calil, que había prometido 1,8 millones de dólares a Simon Mann, sufrió un importante revés cuando sus cuentas fueron congeladas por el gobierno francés tras el escándalo de sobornos en la negociación entre la empresa francesa TotalFinalElf (TFE) y el antiguo dictador nigeriano Sani Abacha.

Debido a este contratiempo, Eli Calil, sólo pudo dar a Mann 750 mil dólares. Eso sí, le pasó una lista de posibles inversores. Se trataba de un botín suculento, para el que no faltarían inversiones, al fin al cabo, controlar Guinea es controlar un país con grandes recuerdos petrolíferos a bajo coste de extracción, un dulce muy goloso.

También se presumía la implicación de David Hart, un antiguo asesor de la propia Margaret Thatcher, y de Gary Hersham, director de una inmobiliaria en Londres. Ninguno de estos presuntos implicados fue acusado formalmente.

Al fallar el intento de golpe, y salir a la luz los planes, Mark Thatcher puso en venta su casa, valorada en cuatro millones de dólares, e intentó abandonar Sudáfrica. Las fuerzas especiales lo detuvieron en agosto de 2004. En 2005 se declaró culpable de los cargos. Pagó una fianza millonaria y recibió una condena en suspensión de cuatro años. Mark Thatcher se convirtió desde aquellos acontecimientos en un personaje indeseable en Sudáfrica e incómodo para la reputación de su madre Margaret y de su hermana Carol, residentes en Londres.

Después de un breve paso por Mónaco, Mark Thatcher buscó poder ser residente fiscal en Gibraltar, otro de esos paraísos fiscales. Su ex mujer, norteamericana lo abandonó, pidió el divorcio y regresó a Texas. En el Peñón de Gibraltar se casó en 2008, en el mayor de los secretos y sin la presencia de su familia o de sus dos hijos, con Sara Russell, hermana del vizconde Rothermere y con quien comparte la propiedad del grupo periodístico que reúne a los tabloides británicos “The Daily Mail” y “The Mail on Sunday”. “Esta es una cuestión que ya ha sido juzgada”, comentó acerca del golpe de estado, Mark Thatcher, antes de partir en su luna de miel con su nueva esposa.

En los últimos días a vuelto a mostrarse en publico a raíz del fallecimiento de su madre, agradeciendo las nuestras de condolencias y es probable que esté presente en los actos del sepelio de los restos mortales de la que fuera la Dama de Hierro.

@WormHolePro

A Call for A Bold Defense: the Strategic Defense Initiative, aka “Star Wars”

An artist's concept of a Space Laser Satellite Defense System, 10/18/1984 ARC Identifier 6386997; Record Group 330: Records of the Office of the Secretary of DefenseA Call for a Bold Defense (3/23/83 10:30am draft), 03/23/1983 - 03/23/1983 ARC Identifier 198415 Item from Collection RR-SMOF: White House Staff and Office Collections, 01/20/1981 - 01/20/1989An artist's concept of a ground/space-based hybrid laser weapon, 10/18/1984 ARC Identifier 6389105; Record Group 330: Records of the Office of the Secretary of Defense

 

A Call for A Bold Defense: the Strategic Defense Initiative, aka “Star Wars”

Thirty years ago, on March 23, 1983,  President Ronald Reagan publicly revealed his Strategic Defense Initiative proposal in a televised address.  Portrayed as an alternative to the existing “Mutually Assured Destruction” (“MAD”) doctrine of nuclear deterrence, the ambitious nuclear missile defense system was also criticized as costly and implausible, derisively referred to as “Star Wars”.  The program greatly accelerated U.S. satellite research but led to one of the final escalations of the Cold War with the Soviet Union.

This draft of the speech incorporates edits and comments by President Reagan.

via DocsTeach

Afganistán, el Congo euroasiático

La principal importancia del país centroasiático reside precisamente en su localización geográfica. Un eventual dominio militar en Afganistán y la conformación de un Gobierno a la medida de las necesidades de Washington, volcaría a su favor las posibilidades para ganar definitivamente el Gran Juego del petróleo (expresión que, no por haber sido acuñada en otro contexto histórico deja de ser útil).

Durante el siglo XIX, con la expresión “El Gran Juego” se designaba la confrontación de dos grandes potencias (o más) en torno al control de las Indias, la extensa colonia británica que, además de sus riquezas, ofrecía múltiples vías de acceso y expansión hacia el centro de Asia. Por más de 100 años, la Rusia zarista disputó a Gran Bretaña la joya asiática, hasta que en 1907 ambos imperios acordaron la división de las zonas de influencia, creando los británicos Afganistán como un estado tapón que contuviera las expansiones zarista en dirección a las costas del Índico y a los campos de petróleo de Persia. En la actualidad los protagonistas y el tesoro en disputa son casi los mismos. Ahora Estados Unidos, es la gran potencia de fines del siglo XX y comienzos del XXI, que intenta dejar fuera del negocio petrolero a los gigantes de Asia (Rusia y China) en una carrera geopolítica en la que son útiles las antiguas recetas expansionistas.

Aunque la prensa occidental habla con euforia del “descubrimiento” repentino del Oro Negro afgano, desligándolo de la invasión y la ocupación del país desde 2001. La realidad es que desde 1938, cuando los británicos construyeron las primeras refinerías en Irán y Arabia, ya existía conocimiento sobre los yacimientos petrolíferos en la región de Angut, al norte de Afganistán, que comenzaron a ser explotados en 1959 por los soviéticos, quienes construyeron el primer gasoducto del país que terminaba en Uzbekistán. Hasta el año 1966 se habían perforado otros 60 pozos en el suelo de las provincias de Herat y Helmand entre otras zonas. En la década de los 80, mientras EEUU armaba a los mercenarios liderados por Bin Laden y les llamaba “luchadores por la libertad”, en su lucha por desmantelar el gobierno socialista del doctor Nayibloha, su valedor, la URSS, proyectaba la construcción de una refinería capaz de producir un millón de toneladas de gas al año.

Con el colapso de la Unión Soviética en 1991, EEUU cambió de objetivos, aparte de impedir la reconstrucción del espacio post-soviético bajo el paraguas de Moscú o la creación de bases militares en la vecindad de China, Rusia e Irán; su nuevo objetivo era la construcción del gaseoducto transafgano TAPI (Turkmenistán, Afganistán, Pakistán, India), desde el mar Caspio al mar Arábigo, con el fin de llevarse el gas de Turkmenistán. Con su “doctrina de la seguridad colectiva”, santo y seña de sus guerras por los recursos, la OTAN no ha conseguido ninguno de los objetivos, ni siquiera con la ocupación directa del país en 2001, y sus 300 mil soldados y decenas de miles de mercenarios y contratistas.

Todas estas maniobras le ha costado a la Alianza, incluida la pérdida de unos 3000 soldados y gastar 6000 millones de dólares al mes desde entonces, darse cuenta de que no tiene nada que hacer en un patio trasero, perteneciente una vez a la URSS y que ahora es terrero de juego de China. De poco les sirvió el informe del Pentágono (2010) que situaba en un billón de dólares estadounidenses el valor de algunas reservas petrolíferas no explotadas de Afganistán. Porque ha sido la empresa china CNPC quien ganó el concurso de licitación (enero 2012)*, y firmó el mayor contrato de petróleo de la historia de Afganistán, para explotar los yacimientos de Amo Darya, y que incluye la construcción de la primera refinería del país. El Congreso de EEUU echaba humo. Duras críticas al Pentágono por su incapacidad para evitar el contrato y a Hamid Karzai por su “deslealtad”. Pero que muestra la realidad del país, el presidente Hamid Karzai y su Gobierno sólo controlan la capital y no mucho más del resto del país, que continúa siendo muy “inestable”

Tres meses después de la Conferencia de Tokio sobre Afganistán (julio de 2012) donde se alcanzó el acuerdo de los países de la OTAN para invertir otros 16.000 millones de dólares en infraestructuras, imprescindibles para empezar a explotar el crudo afgano. Pekín seguía moviendo sus fichas: por primera vez en 50 años, altos cargos de su gobierno visitaron Afganistán para consolidar la estrategia de reconstruir la vieja Ruta de la Seda, crear una extensa red de gasoductos con los países de centro Asía, y así garantizar su seguridad energética. En aquellas localidades que se encuentran bajo el control de los talibán, los chinos han conseguido su colaboración, previo pago tanto ellos o al gobierno de Pakistán, sus actuales valedores, mientras contratan personal local para trabajar, construyen clínicas, escuelas, viviendas, y llevan agua potable y electricidad a los pueblos de alrededor… presentándose como el “imperialista con rostro humano”.

Las rutas del Oro Negro

La realidad es que la economía de Estados Unidos no se mueve por el petróleo o el gas centroasiáticos. Las principales fuentes externas son Venezuela y Arabia Saudita, además del 15 por ciento del petróleo que procede de África, principalmente del “petróleo barato” encontrado en la excolonia española de Guinea Ecuatorial. El negocio que la Casa Blanca quiere asegurar a sus compañías está relacionado con la distribución y comercialización (a las grandes economías emergentes de la zona) del petróleo que se extrae del Mar Caspio, y de los países de Asia Central que hasta hace 20 años estaban bajo la influencia directa de la Unión Soviética.

Un dato a tener en cuenta, es que Asia Central está considerada la tercera región del mundo, en cuanto a reservas de hidrocarburos probadas. Estimaciones recientes indican que el Mar Caspio (principalmente en las costas de Irán, Kazajstán, Azerbaiyán, Turkmenistán y Rusia) contiene reservas de hasta 200 mil millones de barriles de petróleo, lo que alcanzaría para abastecer la demanda de energía en Estados Unidos durante los próximos 30 años. La región contaría además con casi el 50 por ciento de las reservas de gas natural del mundo. Además, en el desierto Karakum, de Turkmenistán, se encuentra la tercera reserva de gas más grande del globo, de aproximadamente 3 billones de metros cúbicos y seis mil millones de barriles en reservas de petróleo. Por su parte, Uzbekistán es calificado como el país con mejores perspectivas para la exportación de gas en los próximos años. Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán también cuentan, fronteras adentro, con grandes campos de hidrocarburos que aún no han sido fuertemente explotados. Desde el punto de vista de Washington, el potencial energético de la región se vería más tentador si a ello se agrega la posibilidad de disminuir la influencia rusa con relación a sus vecinos. De hecho, es esto último uno de los objetivos manifiestos de la gestión Obama. Restar aliados a Moscú equivale a ganar el pulso por las rutas del petróleo.

La ruta directa del petróleo del Caspio con destino a Europa se inicia en Azerbaiyán, recorre territorio de Georgia y finalmente llega a Turquía, a través del oleoducto Bakú -Tiflis – Ceyhan -BTC-, este oleoducto fue propiciado por la administración Clinton, aprovechando las simpatías de los gobiernos implicados en la obra. Desde 2005, Rusia perdió el control exclusivo de la comercialización del petróleo del Caspio con Europa. Y es la principal causa del reciente conflicto entre las regiones de población rusa en Georgia. El acercamiento de Estados Unidos a los países centroasiáticos representa una seria amenaza para el Kremlin, que centra sus esfuerzos en voltear la situación.

Además de esto, el control sobre el país de los talibanes se traduce en una inmejorable ubicación de tropas estadounidenses en la frontera con dos de sus principales rivales, para un eventual ataque a Irán, uno de los tres países con mayores reservas de petróleo del mundo y la “mayor amenaza” para la estabilidad de Medio Oriente, y ejercería presión a China en su frontera más alejada, junto a la “rebelde” región del Tibet. Pero más importante es la solución que traería a las compañías petroleras estadounidenses diseminadas en Asia, que todavía no logran exportar del continente todos los hidrocarburos que pueden producir, al no disponer de rutas alternativas.

Con respecto a Irán, Estados Unidos aseguraría a sus corporaciones energéticas que operan en Medio Oriente un camino más seguro para transportar los hidrocarburos, evitando el paso de los buques petroleros por el Estrecho de Ormuz que controla Teherán. Si en el futuro Washington se asegura el corredor de suministros mencionado, y elimina el amplio abanico de la resistencia afgana, quedaría el camino abierto para que comiencen a concretarse los proyectos de construcción de oleoductos y gasoductos a través de Afganistán y Pakistán hacia Karachi. Esta ciudad es el centro comercial y financiero, donde se localiza el único puerto de escala apropiada para la eventual exportación de hidrocarburos provenientes del Caspio y de las vastas reservas del centro de Asia (Turkmenistán, Uzbekistán y otros). Así mismo India (una de las cinco economías más dinámicas del mundo) también podrían ampliar la lista de grandes compradores de la energía transportada hasta Afganistán-Pakistán, lo que disminuiría aún más el peso y la influencia de Rusia en el bloque de potencias del mundo.

Otros tesoros

A demás del oro negro, Afganistán tiene mucho más oro, mucho oro amarillo. De hecho, la compañía financiera JP Morgan Chase firmó con Karzai, en 2011*, un acuerdo por el valor de 40 millones de dólares, para hacerse con una de las minas de oro afgano. Quizás Horst Köhler, el expresidente de Alemania, pensaba en este metal cuando en 2010 sugirió que las tropas de su país están en Afganistán para proteger la economía alemana. Decirlo, le costó el cargo.

La existencia de toneladas de oro, diamantes, esmeraldas, cobre, hierro, uranio, y otros minerales (tales como tierras raras), que a día de hoy pone los dientes largos al Servicio Geológico de EEUU (USGS), ya habían sido documentado, hace un siglo, por las expediciones coloniales rusas y británicas. Más tarde, fueron los geólogos soviéticos los que realizaron un estudio minucioso sobre los tesoros afganos, aunque vuelve a ser China quien hoy se ha llevado el contrato de la mina de cobre de Aynak, la más grande de Eurasia, y posiblemente la segunda reserva mundial de cobre tras Chile, y cuyo valor asciende a 404 mil millones de dólares.

Medio centenar de empresas chinas ya trabajan en la minería afgana. Los indios también roban el mercado a otros competidores como Rusia o Turquía. Las minas milenarias conviven con las sembradas en los últimos años por las compañías estadounidenses, desfigurando la vida de la gente de esta tierra, cuya esperanza de vida que en 1984 era de 48 años, ha caído, tras doce años después de la promesa de liberación por los países “civilizados”, a 44 años.

Ha nacido otro Zaire, otro Congo, a la sombra del baile de buitres sobre los cuerpos de decenas de miles de afganos humillados, torturados, violados, secuestrados y asesinados, mientras los veinte millones de supervivientes siguen sin agua potable, sin luz, y paliando su dolor y hambre con opio, su cultivo se ha disparado de 200 toneladas en 2001 a 6.900 en 2009, según la ONU, gracia al beneplácito de los ocupantes, dejando cientos de millones de dólares de beneficio a los carteles internacionales, entre los que el mismo hermanastro del presidente Karzai levantó su fortuna hasta que fue asesinado en una lucha por el control de este suculento mercado.

Demasiados intereses en Afganistán para que EEUU y sus aliados abandonen el país, a menos que la presión de China y Rusia les corte la respiración.

@WormHolePro