Tras la Revolución de Octubre de 1917, las juventudes soviéticas proclamaron un concepto de libertad sexual conocido como la teoría del “vaso de agua”. Tener relaciones sexuales no debía ser más complicado que beber un vaso de agua. No obstante, los líderes del partido de mediana edad no parecían apoyar esta idea en concreto. En 1924 se publicó un libro titulado “12 leyes sexuales del proletariado revolucionario”, en el que se condenaba la poligamia y los excesos sexuales.
Películas mudas, escenas elocuentes
La primera escena soviética en la que aparece un desnudo acabó siendo censurada. Se encontraba en la película muda Tierra, (1930) de Alexander Dovzhenko. La prometida de un campesino socialista asesinado por el hijo de un rico terrateniente lo vela fervientemente, desnuda durante más de un minuto en pantalla. Al parecer, esta escena resultó demasiado rompedora para el año 1930, cuando se estrenó Tierra. Seis años después, la película Un joven serio, (1934) en la que aparece una mujer nadando desnuda y un joven comunista en tanga (¡en 1934!) fue censurada por completo. Aunque en los años siguientes esta situación fue cambiando.
La regla “sin sexo” no siempre implicaba “sin desnudos”. En este sentido, las películas soviéticas de finales de los años 30 hasta los años 60 fueron mucho más sugerentes que las películas estadounidenses que se rodaban siguiendo el estricto código Hays, que prohibía completamente cualquier desnudo (“a toda visión o en siluetas”). La definición del “erotismo” para los censores soviéticos no implicaba “desnudo”, sino “cualquier cosa directamente relacionada con la actividad sexual”: besos demasiado largos, escenas de cama o bailes eróticos.
En los dramas, los pechos y los traseros aparecían de forma ininterrumpida. Uno de los primeros ejemplos de ello es el drama con tintes ideológicos Tania (título original El camino luminoso, 1940), en el que unas mujeres desnudas, vistas a través de un cristal semitransparente, se duchan en los vestuarios de una fábrica.
El amor en las películas bélicas y en las comedias
Por alguna razón, las películas bélicas eran particularmente ricas en este tipo de escenas: una mujer cambiándose cuyos pechos se ven claramente a través de un espejo El reloj se detuvo a medianoche, (1958), una joven duchándose en un cuartel militar durante la Segunda Guerra Mundial (Los cuatro vientos del cielo, 1962) y, por supuesto, la escena de la sauna del drama bélico Los amaneceres son aquí más apacibles (1972), en la que aparecen casi una docena de hermosas actrices desnudas.
Según confiesan algunos padres y abuelos soviéticos, el contexto dramático nunca les privó del placer que provocaba observar los encantos de las actrices. La gente iba a ver las películas en la que aparecían desnudos una y otra vez.
En algunas ocasiones, las escenas eróticas conseguían evitar la censura disfrazándose de comedia. La escena en la playa nudista de la película El camino del Calvario (1957) se añadió para satirizar a la clase alta de la Rusia de 1914. Un momento bufonesco de la película Sol blanco del desierto (1970) muestra a las mujeres de un harén musulmán levantándose las faldas y mostrando sus pechos para ocultar sus rostros de un soldado del Ejército Rojo.
Pero el ejemplo más famoso es el striptease de Svetlana Svetlíchnaya en la exitosa comedia El brazo de brillantes (1969). Esta escena relativamente moderada fue un auténtico shock para la gente soviética. ¡Era algo “realmente erótico”, un striptease de verdad mostrado en la gran pantalla!
El crítico de cine Grigori Tarasevich comenta: “Generalmente, las escenas de sexo en las películas despiertan ciertos sentimientos naturales, el observador también desea participar en la actividad sexual. Desafortunadamente, el cine soviético no despierta este tipo de sentimientos. Incluso cuando hay un desnudo, está representado de forma mundana y ordinaria, lo cual excluye cualquier tipo de excitación”.
Desnudos para la exportación
Al margen del cine de masas soviético se encuentran directores más serios como Andréi Tarkovski o Serguéi Paradzhánov. Estos directores estaban catalogados oficialmente como alborotadores y sus películas, que contenían muy frecuentemente desnudos y referencias sexuales, perdían alguna escena por la censura (como la película de Paradzhánov Sombras de los ancestros olvidados, 1964) o no llegaban a estrenarse en la URSS. Sin embargo, al mismo tiempo, las obras de Tarkovski y Paradzhánov representaban con éxito a la Unión Soviética en los festivales de cine internacionales.
El desnudo más conocido del cine de autor soviético es el ritual pagano eslavo de la película Andréi Rubliov, en el que docenas de hombres y mujeres desnudos corren por el bosque observados por el monje y pintor de iconos Andréi Rubliov. Durante la década de los 70, la censura soviética había perdido su peso. Lenta pero inexorablemente, los directores de cine fueron expandiendo los límites del erotismo permitido. El hito de aquella década fue la película-catástrofe de gran presupuesto La tripulación (1979), en la que se muestra una pareja desnuda en la cama. Esta escena se volvió escandalosamente famosa. La tripulación abrió la veda.
Durante los años 80, los aficionados al cine tenían total libertad para disfrutar de todo tipo de escenas eróticas, aparte de la pornografía. La última barrera se derribó en 1988 con La pequeña Vera. En este drama social bastante deprimente se muestra finalmente al público soviético una escena de sexo real. Irónicamente, el eslogan “En la Unión Soviética no hay sexo” mencionado al principio de este artículo fue pronunciado sólo dos años antes de esta película, en 1986, y en aquel momento, después de tantos años, quedaba un poco anticuado.
Tras la caída de la URSS, la demanda popular de desnudos y sexo en las pantallas de cine quedó totalmente satisfecha por las películas extranjeras, que ya habían comenzado a invadir los cines y reproductores de video caseros rusos a finales de los 80.
Al mismo tiempo, la ausencia de una censura seria supuso para los directores contemporáneos un alto grado de libertad en el rodaje de escenas eróticas. En la actualidad, todo el contenido “para adultos” del cine y la televisión de Rusia se emiten únicamente con mensajes de restricción de edad.
Por Elena Korenevskaya