La empresa Robots Universales Rossum (RUR) ofrece al mundo androides como mano de obra barata. A petición de la esposa del dueño, el artífice de los robots les confiere alma, haciéndolos capaces de tomar decisiones y de comportarse como personas. Entonces, los androides declaran la guerra a la humanidad…. RUR constituye una obra de teatro legendaria no sólo por haber introducido la palabra robot sino también por su original y fascinante trama. La fábrica de Absoluto es una divertida y reflexiva novela en que el descubrimiento de un motor atómico que produce energía ilimitada genera a su vez espíritu divino, con lo que proliferan los ataques de misticismo y las curaciones milagrosas. Todo acaba degenerando en una devastadora guerra de religiones. Este volumen recoge dos reflexiones sobre los peligros del proceso de la mano del visionario Karel Capek , el mayor autor en lengua checa de la primera mitad del Siglo XX.
Fue el hermano de Karel, Joseph, quien sugirió la palabra “robot” (robota es el término checo para “trabajador” o “siervo”) para designar a las criaturas fabricadas por Rossum, aunque no se tratara de seres metálicos, sino de carne humana, una especie de androides creados a partir de un caldo orgánico quizá más parecido a lo que hoy llamaríamos clones. Por su parte, el nombre de la compañía, «Rossum” es también un juego de palabras con el término checo “rozum”, que significa “razón” o “intelecto”. Así, Rossum “intelecto” fabrica robots, “obreros-esclavos”, una relación binaria equivalente a mente/cuerpo o amo/sirviente.