El Círculo Dorado fue una sociedad secreta que pretendió crear un imperio esclavista panamericano;
aunque nominalmente es definida como una sociedad secreta, la existencia de los Caballeros del Círculo Dorado no era, de hecho, un secreto.
Conocidos como Caballeros del Círculo Dorado (KGC por sus siglas en inglés) esta sociedad secreta fue fundada en 1854 por el estadounidense George W. L. Bickley, cuyo objetivo era la creación de una sociedad de corte imperialista y esclavista con la intención de establecer un gran país panamericano, que incluyera en su seno territorios de sus vecinos continentales; específicamente de México, aunque también se extendió subrepticiamente por territorio caribeño e incluso por el norte sudamericano.
A esta proposición de nuevo país se le asignó el nombre de Golden Circle (en español: El Círculo Dorado), donde la esclavitud sería legal. El país habría estado centrado en La Habana y habría consistido en estados del sur de los Estados Unidos y un «círculo dorado» de territorios en México (que se dividiría en 25 nuevos estados esclavistas), América Central, partes del norte de América del Sur, Haití, República Dominicana, y la mayoría de las otras islas en el Caribe, alcanzando las 2400 millas (3862,4 km) en diámetro.
Los caballeros eran originarios de los estados del sur de EE.UU y que el proyecto originario fue anterior a la Guerra de Secesión, siendo su origen el vinculado a la oposición del abolicionismo que se promulgaba desde los estados norteños norteamericanos, estos eran componentes o simpatizantes del Partido Demócrata, que se distinguían por ser los más reacios a terminar con el sistema esclavista imperante, con el objetivo de sustituirlo por una industrialización deshumanizada, pagadera con salarios míseros.
En sus inicios, los miembros de KGC abogaron por anexionar los nuevos territorios a los Estados Unidos, para de esta manera aumentar considerablemente el número de estados esclavistas y a la tanto el poder de las clases altas sureñas esclavistas.
Como respuesta al movimiento de agitación contra la esclavitud que inició la decisión Dred Scott (1857), un esclavo negro que reclamaba su libertad por haber conseguido refugiarse en el norte, debía ser devuelto a su antiguo dueño porque a los esclavos no se les reconocía la ciudadanía estadounidense. Estados Unidos quedó inmerso en una vorágine de violencia entre esclavistas y abolicionistas, unido al llamado Pánico de 1857, una terrible crisis económica que afectó tanto a la industria, el campo y la banca, especialmente en el norte estadounidense, que llevó a que los estados sureños consideraran era necesaria la secesión para proteger sus intereses.
En aquel contexto, el KGC retomó su idea de El Círculo Dorado, que estaría separado de los estados del norte por la línea Mason-Dixon; esto es una antigua frontera colonial que pasaba por Maryland, Pensilvania, Delaware y Virginia Occidental, y dentro de sus territorios se incluían ciudades como Washington D. C., San Luis, Ciudad de México y Ciudad de Panamá.
Los Caballeros decidieron que la mejor forma de mantener su estatus e influencia era mediante una secesión de los estados del sur de los Estados Unidos. Estos estados deberían separarse, formando su propio confederación, y luego invadir y anexar el área de El Círculo Dorado para expandir enormemente el poder de los estados del Sur.
Esta proposición llegó de parte de la KGC surgió de propuestas anteriores fallidas para anexar otros territorios como la isla de Cuba (mediante una propuesta de compra a España sobre la isla), partes de América Central (mediante las acciones del ejército filibustero estadounidense al mando de William Walker) y todo México (similares a los movimientos de independencia de la República de Texas). En Cuba, el asunto se complicó por el deseo de muchos en la colonia de obtener la independencia de España. Por su parte México y Centroamérica no tenían ningún interés en ser parte de los Estados Unidos.
Con el crecimiento, cada vez mayor del abolicionismo en los Estados Unidos en oposición a la esclavitud, los miembros de la KGC propusieron una confederación separada formada por los estados esclavistas, con los estados de EE. UU. al sur de la línea Mason-Dixon para separarse y alinearse posteriormente con otros estados esclavistas que se formarían a partir del «círculo dorado». El fin de sus propuesta, era básicamente aumentar el poder de la clase alta esclavista sureña para que de esta manera no pudiera ser desalojada de sus ámbitos de poder.
Los inicios de esta sociedad comienzan cuando George W. L. Bickley, (sus padres lo llamaron George Washington Lafayette Bickeley) quien tras una vida plena de aventuras se convirtió en un médico sin título, a la vez que fundador de una sociedad de estudios históricos y autor de una historia sobre las guerras indias, En 1851 se estableció en Cincinnati, donde comenzó a trabajar como profesor de medicina alternativa mientras seguía publicando libros sobre ciencias naturales y de ficción. Fue en Cincinnati, donde fundó la asociación y organizó el primer «castillo» o sucursal local en Cincinnati en 1854. Los miembros fueron aumentaron con lentitud hasta 1859, llegando a su máximo de miembros en 1860.
Los miembros, se hallaban esparcidos desde Nueva York hasta California y en algunas regiones de Latinoamérica, nunca fueron muchos. Según registros de la convención de KGC que se celebró en 1860 se afirma que la organización «se originó en Lexington, Kentucky, el cuatro de julio de 1854, por cinco caballeros que se reunieron en una llamada realizada por el general George Bickley«.
Viéndose asediado por sus acreedores, finalmente Bickley tuvo que abandonar Cincinnati al final la década de 1850. Comenzó a hacer un periplo por el este y el sur de los Estados Unidos, buscando financiación para organizar una expedición armada a México, siendo bien recibido en el estado de Texas que recientemente se había independizado. El objetivo original del grupo era constituir una fuerza expedicionaria que colonizara la parte norte de México y algunas Antillas.
Así, en fecha de 4 de julio de 1854, eligiendo esta fecha por su simbolismo, crearon el KGC, siendo constituido por cuatro miembros y el propio Bickley firmaron el acta oficial en Lexington (Kentucky), aunque la primera sede se radicó en la mencionada Cincinnati.
The New York Times definió en su publicación de agosto de 1892, a la orden como sucesora de otra sociedad, la Orden de la Estrella Solitaria, que había sido organizada con el propósito de conquistar Cuba y Nicaragua, teniendo éxito en esta última causa en 1856 bajo William Walker antes de ser expulsado por una coalición de estados vecinos.
En los siguientes cuatro años se hizo la apertura de nuevos «castillos» (nombre que se daba a las sedes) en Texas y Louisiana. Aquel mismo año el senador Samuel Houston, artífice de la independencia texana, alzó una propuesta a la Cámara para iniciar una campaña que llevaran a la creación de un protectorado al sur de Norteamérica, el cual debía tener su inicio en en tierra mexicana y se iría extendiendo a Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Costa Rica, pero la Cámara desoyó la propuesta.
Llegada la primavera de 1860, ya contaban con unos cuatro mil miembros, repartidos en alrededor de veinte “castillos” a las órdenes de Elkanah Greer, un general que terminaría combatiendo en la Guerra Civil a favor de la Confederación.
Viendo los éxitos relativos de la expedición filibustera, decidieron que podía ser viable adentrarse en el norte de México. En aquel momento, su principal objetivo era conseguir reunir un ejército de 16,000 hombres para conquistar, y «surenizar» México; lo que significaba volver a legalizar la esclavitud en México que con los españoles había sido abolida. Algunos de los miembros de KGC terminaron por integrar este contingente armado que llegó hasta Río Grande, donde Bickley debía unírseles con refuerzos traídos desde Nueva Orleans.
Siguiendo su plan, que no era otro que anexar el norte de México, pudiendo de esta forma extender las tierras susceptibles de cultivo a gran escala, esto es subdividiéndolas en veinticinco provincias dedicadas puntualmente a la agricultura, trabajadas con esclavos.
A pesar de los esfuerzos, Bickley no pudo encontrar fuerzas suficientes para la expedición, y todo quedó en la nada, acarreándole, eso sí, un enorme descrédito que conllevaron finalmente la expulsión de la sociedad. No contento con aquella decisión, al mes siguiente convocó a una convención de la sociedad en Raleigh, Carolina del Norte, y volvió a abocarse al control del KGC.
De nuevo a la cabeza del KGC, Bickley empezó a organizar una nueva campaña militar, pero ya por aquel tiempo las cosas habían comenzado a cambiar en los Estados Unidos. El KGC era un firme partidario del entonces presidente James Buchanan, en representación del Partido Demócrata desde 1857, en sustitución de su compañero ideológico Franklin Pierce, ya que Buchanan era partidario de respetar el derecho de los estados del sur al esclavismo. Así lo había declarado en el discurso inaugural advirtiendo del riesgo de fractura del país.
En 1859 se produjo el incidente de Harper’s Ferry. Como resultante de una manifestación más extemporánea de una serie de incidentes menores y boicots mutuos entre ambos bandos, un grupo de fanáticos abolicionistas asaltó un arsenal, creando uno de los incidentes que sirvieron de prólogo a la Guerra de Secesión. Encabezados por el abolicionista John Brown, quien dirigió a un grupo de 21 hombres, cinco de ellos eran afroamericanos (tres libres, un esclavo liberado y un esclavo fugitivo).
En aquella época ayudar a los esclavos fugitivos era considerado ilegal a causa de la Ley de esclavos fugitivos de 1850. Brown atacó y capturó varios edificios con la esperanza de asegurar el dominio del depósito de armas y la intención de armar a los esclavos para comenzar una revuelta antiesclavista en el sur. Brown había traído también 1000 lanzas de acero forjadas en Connecticut por un herrero y simpatizante de los abolicionistas, Charles Blair; pero Brown no logró reunir a los esclavos para iniciar la sublevación y poco después fue capturado, juzgado y ejecutado.
Con la victoria de Abraham Lincoln en las elecciones presidenciales supuso el definitivo cambio de orientación de los Caballeros del Círculo Dorado: la KGC de Texas cambió su énfasis en la aventura mexicana, que quedaba aparcada para centrar sus esfuerzos en brindar apoyo a la Secesión de los Estados del Sur de la Unión.
El 15 de febrero de 1861, una fuerza de 500 hombres, unos 150 de los cuales eran Caballeros de el Círculo Dorado de seis castillos dirigidos por el ex-ranger Ben McCulloch, ocupó el arsenal federal de San Antonio, entregado sin lucha por el general David E. Twiggs, quien fue premiado con un mando en el ejército confederado.
Ese mismo año, varios Caballeros de el Círculo Dorado se adueñaron temporalmente de parte del Territorio de Nuevo México, a las órdenes del teniente coronel John Robert Baylor, en una campaña que se repitió al año siguiente. Paralelamente, otros atacaban intereses unionistas. En mayo de 1861, miembros de la KGC y los Confederate Rangers atacaron un edificio que albergaba un periódico pro-Unión, el Alamo Express, propiedad de J. P. Newcomb, y lo quemaron. Otros miembros de KGC siguieron al General de brigada Henry Hopkins Sibley en la Campaña de Nuevo México de 1862, que buscaba llevar el Territorio de Nuevo México al redil confederado. Tanto Baylor como Trevanion Teel, el capitán de artillería de Sibley, habían estado entre los miembros del KGC que viajaban con Ben McCulloch.
Pese a lo pudiera parecer, no todos los caballeros eran sureños. A principios de 1862, Republicanos radicales en el Senado, ayudados por el Secretario de Estado William H. Seward, sugirieron que el expresidente Franklin Pierce, quien era muy crítico con las políticas de guerra de la administración Lincoln, era un miembro activo de los Caballeros del Círculo Dorado, si bien él lo negó rotundamente.
Apelando a los amigos de la Confederación tanto en el norte como en los estados fronterizos, la Orden se extendió a Kentucky, así como a las partes del sur de estados de la Unión como Indiana, Ohio, Illinois, y Misuri. Se hizo más fuerte entre los Copperheads (un tipo de serpiente venenosa), que eran demócratas que querían poner fin a la Guerra Civil a través de un acuerdo con el Sur, oponiéndose al reclutamiento obligatorio y escondiendo a los desertores, lo que desencadenó su represión por el gobierno federal con múltiples detenciones.
Al comenzar la Guerra de Secesión, el KGC participó activamente, tanto en el plano institucional como en el individual, aunque en el primer caso la sociedad se vio envuelta en un turbio asunto de estafa con la emisión de bonos a su nombre cuando estafadores en el centro-sur de Pensilvania vendieron a los Pennsylvania Dutch (descendiente de emigrantes alemanes) boletos de papel de $ 1 a los granjeros supuestamente en nombre Caballeros de el Círculo Dorado. Junto con una serie de gestos y manuales secretos, se suponía que estos boletos protegían los caballos y otras posesiones de los poseedores de boletos de la incautación por parte de los soldados confederados invasores, cosa que no ocurrió.
A finales de 1863 se produjeron una serie de cambios tras una reorganización de su estructura que dejó fuera al fundador quien fuera sustituido por Clement L. Vallandigham el más prominente de los Copperheads, como su comandante supremo, quien reorganizó la orden comenzando con un nuevo nombre: Orden de los Caballeros Americanos, si bien poco después volvía a trocarse por el de Orden de los Hijos de la Libertad.
Así, según algunas fuentes, en aquel momento la orden llegó a sumar unos trescientos mil miembros, pero su momento había pasado ya. La potencia industrial de la Unión y sus continuas victorias en el frente, que decantaban claramente la contienda hacia su lado, llevaron a la sociedad a la disolución a despecho de los sectores más extremistas, no obstante, minoritarios.
En la mayoría de los territorios, solo una minoría de sus miembros tenía la suficiente influencia radical como para desalentar los alistamientos, resistir el reclutamiento y proteger a los desertores. El KGC celebró numerosas reuniones de paz. Algunos agitadores, algunos de ellos alentados por el dinero sureño, hablaron de una revuelta en el Territorio del Noroeste, con el objetivo de poner fin a la guerra.
Como consecuencias del final de conflicto, Bickley, que servía como cirujano militar, estuvo en prisión desde el verano de 1863 hasta el otoño de 1865, acusado de espionaje y dudosas leyendas lo relacionaban como uno de los conspiradores del asesinato de Lincoln, y el intento de hacer otro tanto con Ulysses Grant y un de organizar un plan para iniciar una nueva secesión, financiándola con un tesoro enterrado por partes a lo largo del país, esperando el momento propicio, para ser utilizado para financiar una segunda Guerra de Secesión