Vademecum de Her Doktor: El Barón contra los Demonios (2006)
Ideado inicialmente como serial cinematográfico clásico, en un principio se rodó un primer corto estrenado en Sitges en 1996 llamado Exorcio Deus Machine: La misión. El largometraje posterior fue elaborado artesanalmente durante los últimos ocho años y parcialmente rodado en escenarios de Tenerife. Dado lo artesanal del proceso de filmación, algunos efectos tardaron semanas en elaborarse. Su responsable quería que la textura digital fruto de la animación por ordenador no se notase por preservar el aspecto añejo de la estética retro-futurista de la película.
Director: Ricardo Ribelles.
Nacionalidad: Española
Película que deja sabor agridulce. Para dejarlo claro desde el principio, esta película es mala no sólo por su bajo presupuesto, que es perdonable, sino por la historia en sí, que deja mucho que desear y en ocasiones aburre.
Es una pena porque sus aspectos positivos son incluso sorprendentes para una producción española. Por ejemplo, el mundo creado por su autor está lleno de detalles y matices que bien se pueden consultar más detenidamente en la página web de la película. Cada personaje, aunque aparezca unos segundos en pantalla tiene un transfondo trabajado y encajable en la cronología del siglo XXI creada para esta historia. Los efectos especiales, bastante artesanales, son por veces muy atractivos por otras algo patateros. La música que no está mal del todo, se usa en exceso convirtiéndose en cansina. Excepto por el uso (cuántas veces me encuentro con esto últimamente) de la obra de Wagner “El crepúsculo de los dioses”, que siempre es bienvenido.
El guión tiene la complejidad de un cómic serio pero es quizás algo recargado para una película. La narrativa es uno de sus peores defectos, ayudado por las carencias interpretativas de sus actores, evitando en todo momento escenas que requieran cualquier gesticulación que vaya más allá que mantener el ceño fruncido o poner cara de “cantar las cuarenta”.
Los belfianos tienen un diseño estupendo, que no sé por qué me recordaron a “El quinto elemento”. El tema de los mutantes pasa algo desapercibido, incluyendo algunos otros agujeros argumentales que merecían más detenimiento, como el personaje de Alexander.
En conjunto le falta toda la parte artística. Por poner un ejemplo del estilo, un capítulo de “La bola de cristal” tenía más sensibilidad con la imagen y las palabras que esta producción. Es una pena, porque se nota que había cariño en la realización, y es un proyecto que estaba dando tumbos desde 1995. Pasará a la historia del sci-fi español pero creo que era bastante mejorable.
Her Doktor