El director y guionista de cine Mario Camus (Santander, 20 abril 1935 – 18 septiembre 2021) galardonado con el Goya de Honor de la Academia de cine en 2011 y ganador del Oso de Oro en el Festival de cine de Berlín en 1983 por La colmena (1983), la filmografía del director cántabro destaca por su maestría a la hora de realizar adaptaciones de obras literarias.
Su nombre estará siempre ligado al de Miguel Delibes, por la película Los santos inocentes (1984), y a Camilo José Cela por su adaptación de La colmena (1982). Debutó con una adaptación de Daniel Sueiro y también ha trasladado al lenguaje audiovisual a Ignacio Aldecoa, Jorge Semprún y Rafael Azcona, entre otros.
Nada más finalizada la Guerra Civil, inició sus estudios al tiempo que fue descubriendo el mundo del cine a partir de las sesiones que podía ver en los locales que se improvisaron entonces. La lectura fue otra de sus pasiones de niño. Estudió Derecho en Madrid hasta que Basilio Martín Patino y la revista italiana Cinema Novo orientaron sus pasos hacia el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, la escuela de cine oficial de la época, en la que ingresó en 1956.
En su etapa de estudiante colaboró en el guion de Los golfos (1960) Carlos Saura. Fue una época en la que su trabajo le alejó del IIEC, en donde realizaría varias prácticas finalizaría su carrera en 1962 con una práctica que tituló El borracho (1962)
Tras colaborar en varios cortometrajes, Ignacio Iquino le contrató para dirigir Los farsantes (1963), una historia centrada en el drama de la vivencia diaria de un grupo de cómicos por los caminos de España; su estreno no tuvo la repercusión necesaria para que todo el mundo hablara de Camus como joven director del que cabía esperar muchas cosas.
Plasmó un nuevo tema realista al poder dirigir su propio guion, Young Sánchez (1963), sobre el mundo del boxeo, que le valieron una serie de premios. Esta trayectoria personal seguiría su proyección en películas como Con el viento solano (1965) o Los pájaros de Baden Baden (1975), en las que colaboró con el escritor Ignacio Aldecoa.
Afrontó proyectos comerciales como son las películas interpretadas por el cantante Raphael en Cuando tú no estás (1966) o Digan lo que digan (1968), y obras de género como el western La cólera del viento (1970), o las historias de amor conflictivo Volver a vivir (1968) y La joven casada (1975) con Ornella Muti o con Sara Montiel en Esa mujer (1969).
Trabajó para TVE, donde dirigió varios documentales de la serie Conozca usted España, Históricos del balompié, Cuentos y leyendas, Si las piedras hablaran y Los camioneros. De la televisión no se desvinculó con los años, y fue en este medio donde ofreció, también, una muestra de su buen hacer con la serie Curro Jiménez, que fue un hito de la programación de finales de los años setenta; Fortunata y Jacinta, una ajustada adaptación de la obra de Benito Pérez Galdós; Los desastres de la guerra, que partió de la serie homónima de aguafuertes de Goya para presentar la Guerra de la Independencia Española; y La forja de un rebelde, basada en la trilogía de Arturo Barea.
Su carrera dio un giro sorprendente con obras como Los días del pasado (1977), con Antonio Gades y Pepa Flores en el mundo de los maquis que resisten el acoso policial en sus últimos tiempos; pero también las versiones de las obras de Camilo José Cela La colmena (1982) y de Miguel Delibes Los santos inocentes (1984), de gran repercusión en España y en el extranjero, cosechando numerosos premios.
Mario Camus decidió, además de colaborar en guiones de coetáneos suyos, continuar con su línea personal que le llevó a La casa de Bernarda Alba (1986), en la versión del texto original que escribiera Federico García Lorca; La rusa (1987), una novela de Juan Luis Cebrián; Adosados (1996), sobre la novela de Félix Bayón; La ciudad de los prodigios (1999), sobre la novela de Eduardo Mendoza; y las historias diversas sobre realidades que se perciben en la sociedad española de la época: un pasado político que atenaza al personaje en Sombras en una batalla (1993), los negocios ocultos en Amor propio (1994) o la relación que se establece entre niños y adultos en El color de las nubes (1997), entre otras.
En 1994, ganó el Goya a Mejor Guion Original por Sombras en una batalla (1993), dirigida por Gonzalo Suárez. En su trayectoria profesional realizó también alguna incursión a la dirección escénica teatral destacando el montaje de ¿Por qué corres, Ulises? (1975), de Antonio Gala.
Entre sus últimos trabajos destacan el análisis del terrorismo de ETA presente en Sombras en una batalla (1993) y La playa de los galgos (2002) y las fábulas críticas con la sociedad capitalista Después del sueño (1992), Adosados (1996) y El color de las nubes (1998).