El urbanismo utópico subterráneo existe desde principios del siglo pasado. A medida que la población mundial se vuelve abrumadoramente urbana, las ciudades del futuro tendrán una necesidad más acuciante de encontrar formas creativas y sostenibles de usar menos espacio. Aunque muchas ideas están todavía en fase de diseño, parece inevitable que los rascacielos subterráneos y las ciudades bajo las ciudades sigan creciendo en popularidad y como alternativa viable.
Urbanismo utópico subterráneo para la adaptación del esquema urbano tradicional a la era del transporte (1911) de Eugène Hérnard o su reinterpratación moderna en Moscú.
Los «rascatierras» es un tipo de edificio «alto» que se excavaría en el suelo de la misma manera que los rascacielos se elevan. Las grandes ciudades están saturadas de gente debido a una segunda gran ola de migraciones desde pueblos más pequeños. Esto significa que la presión sobre el medio ambiente está aumentando, y el espacio a compartir es cada vez más pequeño. (1931)
Y en el futuro cercano (2030).
En breve, casi 100 años después, el futuro de la vida subterránea podría dar un giro de 180 grados a la vida urbana vertical. Los arquitectos han desarrollado varios planes para profundos rascacielos subterráneos, también llamados “rascasuelos”. Existe una propuesta en Ciudad de México que tendría una profundidad de 300 metros, y su forma de pirámide invertida permitiría la entrada de luz exterior. Imagínese una ciudad compuesta por muchos de estos edificios.