Alice Ida Antoinette Guy o Alice Guy-Blanché nació en París en el año 1873. Sus padres eran editores era escritor y eso la llevó a desarrollar su amor por la literatura y posteriormente por otras artes. Pasó su infancia viajando entre Chile, Suiza y Francia.
Después de estudiar secretariado en 1894, obtuvo el puesto de secretaria en la Compañía General de Fotografía de Max Richard. En 1895, Léon Gaumont, se asoció con varios nombres ilustres: Gustave Eiffel, el astrónomo y geógrafo Joseph Vallot, y el banquero y filántropo Henry Besnier, y compró la Compañía General de Fotografía y creó la Compañía Gaumont.
La primera cineasta de la historia empezó como secretaria de León Gaumont, dueño de la aún activa productora francesa Gaumont. Este trabajo le posibilitó en el año 1895 conocer a Louis Lumiére, quien les mostraría un nuevo invento. Una cámara que hacía que las fotos tuviesen movimiento. Eso puso la mente de Alice en marcha para buscar posibilidades a ese nuevo invento.
Gracias a ese puesto, ella fue una de las pocas personas presentes en la primera demostración del cinematógrafo Lumière, el 22 de marzo de 1895, la presentación pública, en la que estaría Meliès, no fue hasta el 28 de diciembre de aquel mismo año.
Con la cámara Demeny-Gaumont, en 1896 Alice Guy combinaba imágenes en movimiento y el arte teatral dando lugar a una primera película titulada La Fée aux Choux. Guy realizó un remake en 1901 titulado Sage-femme de première classe, mientras se mantenía al tanto de la investigación de Étienne Jules Marey, de Georges Demenÿ, y asociaba los errores técnicos para crear sus primeros trucos, utilizando cachés, la superposición y la proyección de la banda hacia abajo.
Fue de las primeras personas que hicieron evolucionar ese cine de atracciones, de postales, a un cine narrativo y con una potencia emocional y social importante. Fue una de las primeras en innovar en los planos, llegando a acercarse a los primeros planos en Madame a des envies (1906).
Alice Guy se encargaba de todas las producciones de la empresa, así en 1906 trabaja en La vida de Cristo. Película donde todos los exteriores se rodaron en el bosque de Fontainebleau. Esta fue la primera película de gran presupuesto de la Compañía Gaumont, con la participación de trescientos extras. Compatibilizaba la dirección de sus películas con otras tareas tales como supervisar los trabajos de sus colaboradores, realizar casting, búsqueda de guiones, etc. En esa época inicia colaboración con Louis Feuillade, futuro creador de Fantomas y Judex quien a través de Alice llevó a cabo una brillante carrera.
En 1907, se casó con Herbert Blaché, un camarógrafo que trabajaba para la Gaumont británica, al que conoció en un viaje de promoción del cortometraje dirigido por ella y Louis Feullade, Mireille (1906) en Nimes. Herbert se convirtió en director en los Estados Unidos en la década de 1910 y en coproductor y socio de varias empresas de producción cinematográfica. La pareja tuvo dos hijos, Simone y Reginald Blaché Bolton. Antes de salir hacia los EE. UU. en 1907, Alice Guy presentó a Louis Feuillade, quien la sustituye a la cabeza de los rodajes de la sociedad con la que ella había trabajado hasta entonces.
En 1908 el matrimonio se fue a Estados Unidos, durante dos años, recorrieron juntos el país para la promoción de la cámara Chronophone Demeny-Gaumont; mientras esperaba la apertura de una sucursal Gaumont en Flushing (Nueva York), que dirigió Herbert. Alice utilizó los estudios Gaumont, para sus realizaciones, y en 1910 fundó su compañía de producción cinematográfica, Solax Company. También dirigió Film Supply Company. Siendo esta la primera y casi única vez en que una mujer fundaba, pagaba y era dueña de su propia productora.
Durante esta etapa produjo 325 películas de las que dirigió se cree que más de cincuenta. Todo esto durante los años 1910 y 1914. En el año 1912 dirigió la primera película en la que todos los personajes eran negros. Se llamaba Un tonto y su dinero. Entre su producciones realizó películas de diversos géneros tanto western, drama, espionaje, fantasía, policíaco, etc… con actores estrellas de la época del cine mudo: Darwin Karr, Blanche Cornwall, Lee Beggs, Billy Quirk.
Algunas de sus películas más destacadas son, La llamada de la rosa, una película de mujeres; The life of Christ, su primer largometraje; El hada de la primavera, con la que inaugura la llegada del color; La Esmeralda, basada en el Jorobado de Notre Dame de Victor Hugo; Shadows of Moulin Rouge.
Su éxito fue abrumador lo que le permitió invertir y crear un estudio en Fort Lee (Nueva Jersey), que se convirtió en la década de 1910 en un lugar importante en el mundo del cine. Metro Goldwyn Mayer distribuyó sus realizaciones hasta 1918. Su papel en la producción de las primeras películas sonoras fue clave, algo que ha sido siempre ignorado.
Cuando las compañías poderosas de Hollywood le impidieron seguir trabajando en sus proyectos, lo intentó a través de las Compañías independientes, no lo consiguió y su trabajó y su matrimonio perecieron casi al mismo tiempo. Solicitó el divorcio en 1917 y trabajó para William Randolph Hearst. Al igual que le pasó a Méliés y otros pioneros tuvo que dedicarse a dar charlas sobre el principio del cine.
Cuando en 1920 realizaba una producción en la que contrajo gripe española, estuvo a centímetros de la muerte. Pero no en vano, porque un tipo de muerte emocional si la tomó, siendo la peor de todas la que le tocó vivir. Porque lastimosamente aquel año realizó su último trabajo de dirección. Lo que le llevó regresar a Francia en 1922 con más de seiscientas películas realizadas.
En Francia, donde la industria cinematográfica ya había decaído por la influencia del cine norteamericano, ya no encontró financiación para volver a rodar en su país, por lo que después de algún tiempo volvió a Estados Unidos, donde vivió hasta su muerte. Falleció en Wayne, Nueva Jersey, 24 de marzo de 1968 a la edad de 95 años.
Pensé que podía hacerlo mejor… Revistiéndome de valentía, propuse tímidamente al Sr. Gaumont que pensaba en escribir una o dos historias cortas para que mis amigos se divirtieran. Si el Sr. Gaumont hubiera podido ver entonces lo que pasó con mi tímida propuesta, probablemente yo nunca hubiera obtenido el sí afirmativo. Mi juventud, la falta de experiencia, mi sexo, todo conspiraba en mi contra.
Alice Guy Blanché.
Alice Guy-Blaché fue uno de los nombres que más ha destacado en la investigación histórica de la Teoría Fílmica. Su figura es clave en la historia del cine, debido a que ya es un hecho histórico constatado que fue Alice Guy, y no Méliès, la primera persona en hacer un cine narrativo y ser la primera persona cineasta en hacer cine profesional y vivir de ese oficio. Este hecho histórico ha sido constatado a finales de los 90, de ahí su desconocimiento.
Alice Guy no solo fue la fundadora del cine como narración cultural y la primera persona que dirigió películas, sino que también llegó a competir en Hollywood como productora y directora independiente.
A lo largo de su extensa filmografía de más de 600 películas, fue la primera en usar grabaciones con un gramófono al tiempo de las imágenes, la primera en utilizar efectos especiales, usar la doble exposición del negativo, las técnicas de retoque, la cámara lenta y rápida, y el movimiento hacia atrás, así como tratar todos los géneros fílmicos pasando desde las parábolas religiosas hasta al género policíaco.
En su películas aparecían protagonismo masculino y femenino por igual, trató temas como las paradojas religiosas y culturales, fundó el género policíaco y creó el cine narrativo tal y como se conoce hoy en día. Los protagonistas eran burgueses pero incluía en sus películas personajes de todos los rangos sociales.
En 1913 escribió Woman’s Place in Photoplay Production, en donde denunció la exclusión que estaban teniendo las mujeres en el mundo del cine, paralela a la conversión del cine en un negocio rentable y medio de comunicación masivo por excelencia. En este texto, tal y como proclamó Ricciotto Canudo en El Manifiesto de las Siete Artes, Guy consideró el cine como arte, el cine había dejado de ser el entretenimiento de los pobres para pasar a contar historias.
En 1953 fue galardonada con la Legión de Honor por el gobierno francés. Cuatro años más tarde la Cinemateca Francesa le rindió un homenaje, luego la historiografía silenció su aportación durante varias décadas.